Una Buena Ocasión 3 - Relatos Eróticos

Una Buena Ocasión 3

... dijo:

-Nunca lo había hecho, pero veo mucho porno. A mí también me ha gustado. - y le beso con ganas, notando como le dolía el culo al amasárselo con ganas.

-La próxima vez este, te va a gustar más, ya verás. -le dijo con ella asintiendo algo dudosa.

Sumía se sacó el tabaco del bolso, y se encendió un cigarro, Damián lo olio, y abrió los ojos diciéndole:

- ¡Joder era eso! ¡Dame uno!. - y la espero impaciente, se lo cogió, se lo encendío y al respirar la buena calada que le había dado, empezó a toser y a protestar.

- ¡Joder con los pulmones del crio! ¡Ooooj! Que mierda. - le dijo dando caladas más pequeñas, y degustando el tabaco.

- ¡Jajaja! parece que tenías el mono. - le dijo viendo como saboreaba el humo.

Fumaba apoyado a la pared, y acariciaba su pequeño y delgado cuerpo recorriendo sus curvas, y ella empezó el interrogatorio pegada a él, pero notando su polla en su monte de venus, y temiéndose otro polvazo en poco rato.

-Antes de que te vuelvas a calentar, dime; ¿Cómo te llamas y cuantos años tienes, o siglos? - y Damián volvió a toser y a reír diciéndole.

- ¡Jajaja! ¿Siglos? ¿Qué te crees que soy un demonio o algo de eso? ¡jajaja! que va cariño, me llamo Santiago y tengo 47 años, encantado bombón. Y si, me volveré a calentar, así que se rápida o te follare sin condón. – le explicó sobándole el culo sonriente.

- ¡Madre mía! ¿Pero cómo puede ser? ¿Estas muerto o en coma?. - le preguntó asombrada, pero dejando que le sobara y amasara el culo, ...

... igual se dejaba echar otro haciendo la marcha atrás.

-No lo sé cariño, ha ido poco a poco, primero creía que eran sueños, pero son demasiado reales ¡jejeje!. - le contestó volviendo a desatar su corpiño.

-Ósea, ¿que ahora duermes? ¿estás en coma? - le preguntó dejando que le sacara los pechos.

-Duermo, no estoy en coma no, que trabajo y también vivo mi vida. Joder que tetitas más duras. - le contestó metiéndose una casi entera en la boca.

Sumía volvía a gozar con mi boca ansiosa, pero le podía la curiosidad, sacándole la polla, y empezando a pajearle lentamente, le pregunto:

- ¿Y Damián? ¿te habla? ¿está en tu cuerpo?. - me preguntó haciendo que me sacara su pecho de mi boca, y le dije:

-Esta aquí, pero supongo que también en mi cuerpo, veras cuando lo pille mi compañera de trabajo ¡jejeje! Lo va a dejar flipando con lo viciosa que es. - le explique atrapando el otro pecho, con ella bajando otra vez sus ropas para acercar mi polla.

- ¡Mmmmh! no lo entiendo bien, pero es una locura ¡Aaaaah! Que burro eres joder ¡Aaaaah! Pero me encanta ¡Mmmmh!. - me confesó, dejando que la volviera a levantar de su culo de piedra y la pusiera contra la pared comiendo ahora sus tetas entre pollazos.

- ¡Mmh! ¡Mmh! Acuérdate de pedir la pastilla del día después, ¡Mmh! ¡Mmh! ¡Buff! te lo voy a llenar bien ¡Mmh! Que coñito más cerradito ¡Mmh! ¡Mmh! intenta aguantar un poco más, venga ¡Mmh! ¡Mmh! ¡Mmh!. - le decía empujando más polla cada vez, con ella gimiendo y protestando ...