1. Memorias de Sandra. Primeros cuernos para Ramón


    Fecha: 06/05/2025, Categorías: Infidelidad Autor: mensajera22, Fuente: TodoRelatos

    ... de nuestro matrimonio, cuando de repente Ramón llegó a casa un día con una propuesta intrigante. Después de quitarse el abrigo, sus ojos ansiosos se encontraron con los míos, y pronunció esas palabras que cambiarían nuestra rutina: "Sofía, ¿qué te parecería invitar a Julián a cenar en nuestra casa?". La idea de salir de la monotonía y la posibilidad de nuevas conexiones sociales me emocionó, pero al mismo tiempo, esa chispa de deseo de cambio también reveló la sensación subyacente de que lo mío con Ramón estaba en cierto modo cambiando imperceptiblemente.
    
    Julián, el jefe de Ramón en su oficina, es un hombre atractivo y simpático que ha despertado mi interés en más de una ocasión. Su presencia magnética y su sonrisa cautivadora han sido motivo de conversación entre las compañeras de trabajo de mi esposo y yo en alguna reunión informal. Sin embargo, como esposa de Ramón, siempre he mantenido una distancia respetuosa y fiel a mi matrimonio. Actitud que no me ha evitado tener alguna fantasía caliente en la que él era protagonista, follándome como una perra sobre la mesa.
    
    https://drive.google.com/file/d/1xoMMrwHln-yP4XcD_FBVlUTy-6RGJxQd/view?usp=drive_link
    
    Para probar a mi marido, le he llegado a confesar mi atracción por su jefe. En tono de broma, una noche, mientras estaba subida sobre mi marido, cabalgándole con su verga dentro, le susurré al oído “Un día me follo a tu jefe”. Mi marido se corrió como un bendito nada más decírselo. Pero no hablamos más sobre el asunto. ...
    ... Su leche derramada con aquella frase me dio a entender claramente que le excitaba la idea.
    
    Aquel día, al llegar a casa, Ramón me miró con ojos chispeantes, posiblemente recordando mi frase de aquella noche. Dijo con un tono pícaro: "Sofía, ¿qué te parecería invitar a Julián, mi jefe, a cenar en nuestra casa?". La propuesta me tomó por sorpresa, y aunque la idea de tener al jefe de Ramón en casa parecía inusual, la picardía en la mirada de Ramón sugería algo más.
    
    Sonreí con complicidad y respondí: "¿Julián en nuestra casa? ¡Qué idea tan intrigante, Ramón! Pero, ¿cuál es la verdadera razón detrás de esta propuesta?".
    
    Ramón, con una sonrisa traviesa, se acercó y susurró: "Tal vez, si tú estás dispuesta…., creo que podría ser interesante que lo hicieras con los dos. Sólo si tu quieres. Además, he notado que Julián siempre ha querido conocerte más allá de mis relatos. Si aceptas le diré que podrá… ya sabes".
    
    La tensión en el aire era palpable, y mientras manteníamos el juego, accedí con un guiño cómplice: "Está bien, acepto. Pero asegúrate de que la velada no le haga sentirse con derechos en el futuro".
    
    Aquella noche, después de aceptar la propuesta de cenar con Julián, me sumergí en un sueño tan real que cada detalle me estremeció. Al despertar, la sensación de haber experimentado algo extraordinario me impulsó a contarle a Ramón sobre mi viaje onírico cuando mi marido sacó la mantequilla del frigorífico, me tumbó sobre la mesa con la bata abierta, tiró del tanga ...
«12...567...32»