Memorias de Sandra. Primeros cuernos para Ramón - Relatos Eróticos

Memorias de Sandra. Primeros cuernos para Ramón

... hasta mis tobillos y metió el primer dedo en mi ano.

"Ramón, anoche tuve un sueño bastante peculiar. El protagonista ha sido Julián, tu jefe. ¿No querrás que te lo cuente ahora, verdad?", le dije con vocecita de furcia, mientras se embadurnaba con la mantequilla sobrante el pene ya duro. Su pene creció al instante y sus ojos ávidos se encontraron con los míos para asentir. Así que yo continué con entusiasmo, "En mi sueño, Julián y yo fuimos en un avión al mar Caribe. El sol se reflejaba en aguas cristalinas mientras caminábamos por la playa, con la suave arena acariciando nuestros pies".

Ramón, estaba cachondo perdido y me dijo: “Quiero que mientras me lo cuentas, imagines que es mi jefe el que te da por culo, Sofía” Colocó la punta de la verga contra el prieto ano, totalmente perdido de mantequilla y me penetró lentamente. Yo no pude evitar gemir y que mi coño destilase abundante lubricación. Pero continué con el relato de mi sueño.

"Lo más curioso, cariño, es que en mi sueño, Julián no era solo tu jefe, sino que había pasado a ser mi esposo. Paseábamos juntos por las calles empedradas de algún pueblo costero, riendo y disfrutando de la compañía del otro. Era como si hubiéramos construido una vida diferente, lejos de la rutina que conocemos".

La expresión de Ramón oscilaba entre la sorpresa y la intriga. "¿Y cómo te sentías en el sueño? ¿Follabais?", preguntó, evidentemente interesado en los detalles sexuales del asunto de mi narración onírica.

Sonreí al notar ...

... su excitación y su interés, tratando de poner en palabras las emociones fugaces de un sueño. "Me sentía... cachona, atraída, enamorada, con ganas de follar con él a todas horas, como si estuviera explorando en su polla nuevas sensaciones junto a alguien que conozco de una manera tan diferente. Era un viaje lleno de polvos. Me folló en la piscina delante de los empleados, con los mulatos mirando con sus penes duros. El sueño despertó en mí un sentimiento de desconcierto al recordar que en la realidad, tú eres mi verdadero compañero".

Ramón aceleró la sodomización de mi trasero. Embestía golpeando con sus caderas con tal fuerza que me hacía daño, con una expresión mezcla de pasión y miedo por perderme, azotó mi nalga. "Sofía, que cerda eres en tus sueños, pero lo importante es que estamos juntos en la realidad, que tú estás conmigo. La cena con Julián será interesante teniendo en cuenta lo que has soñado con él, pero lo que compartimos tú y yo va mucho más allá de cualquier sueño".

Yo sabía que la excitación que sentía al pedirme que imaginase a su jefe siendo el que me sodomizaba, era un claro signo de que en su subsconciente, Ramón deseaba poblar su cabecita con dos hermosos cuernos.

“Córrete dentro Julián” Dije intencionadamente y saqué el culo hacia fuera para sentir las contracciones de la verga de mi marido dentro de mi ano, su leche espesa y caliente llenándome. El orgasmo llegó nada más escuchar mi pretendida equivocación al llamarle Julián.

La propuesta de ...