Por culpa de mi mujer me comieron el culo por primera vez.
Fecha: 06/05/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Gays
Hetero
Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30
... lo cual, sin que él me lo dijera coloqué mis nalgas al aire, y esperé a que me introdujera su verga dentro de mi culo para ponerme a mover mis caderas divinamente.
Mientras que el tipo grande, me tomó por el cuello, colocando su verga frente a mi boca, la que de inmediato me puse a mamar, hasta que su verga volvió a ponerse completamente dura.
En esos momentos, me sentía por una parte bien desgraciado, por lo que me sucedía, pero por otra parte esa sensación de que me agarrasen entre ellos dos, y ser penetrado salvajemente tanto por el culo como por la boca, fue algo increíblemente excitante.
Cuando por segunda vez me volvieron a penetrar, a pesar del dolor, lo disfruté intensamente.
El resto de la noche ellos tres se dedicaron a beberse las cervezas, seguir dándome por el culo u obligándome a que les siguiera mamando sus vergas, y burlándose de mí.
En cierto momento me quedé medio dormido, por todo el agotamiento que tenía mi cuerpo, cuando comenzaba a amanecer, de momento los tres desaparecieron.
Junto a mí se encontraban las llaves de mi auto, mi cartera y mi ropa, como pude volví a ponerse el condenado pantalón corto, la sucia camisilla sin mangas y procuré encaminarse hacia la carretera, salí como a unos cien metros de donde se encontraba mi auto.
De inmediato me dirigí al hotel, me di un buen baño, llamé por teléfono a la sucursal diciendo que se encontraba indispuesto que pasaría al día siguiente, para comenzar con la auditoría, lo que hice ...
... finalmente.
Cosa que le llevó varios días, pero al regresar a casa, me sentía mal, quería decirle a mi esposa lo sucedido, pero la vergüenza y el temor a mi rechazo me impedían que lo hiciera.
Hasta que una de las noches en que nos encontrábamos jugando en la cama, y tomándonos unos tragos.
Ella se colocó tras de mí, y colocando sus manos sobre mis nalgas, me las comenzó a tocar de manera lasciva, quizás fue un reflejo o que se yo, pero al sentir los dedos de mi esposa rosando mi esfínter y acariciando mis nalgas.
Se me escapó un profundo gemido, de placer, en esos momentos mi esposa, me sorprendió al decirme. “Mi amor me dejas que te dé por dé tras.”
De inmediato me hice el indignado, pero ella de inmediato me siguió diciendo. “Si quieres yo te lo hago a ti primero y luego tú me lo haces a mí después.”
Por curiosidad le pregunté riéndome, como ella me lo haría a mí, de momento me respondió, “Fácil amor con un juguetico que acabo de comprar el día de hoy.”
Y tras decir esas palabras sacó de su mesa de noche, unas finas correas de cuero y pegadas a ellas un pene de goma de regular tamaño.
Sin decirle que aceptaba o no, ella se colocó las correas alrededor de su cuerpo, y esa imitación de un pene quedó justo frente a su depilado coño, apuntando hacía mi cuerpo.
Por lo que simplemente me acosté boca abajo, separé mis piernas y de inmediato ella comenzó a pasar sus dedos acariciando mi esfínter y untándome vaselina.
Por un rato continuó acariciando toda mi ...