Mi esposa y la Pandemia. Capítulo - Relatos Eróticos

Mi esposa y la Pandemia. Capítulo

... cuasi secretaria Gaby, (lo digo así porque está acaparada por Elcira), me avisó de dos novedades, la primera es que mi nueva casa o sea la casa de gerencia estaba lista a ser entregada y tanto la camioneta asignada a mí, como la SUV asignada a Elcira, estaban listas para su despacho, lo único que debía de definir, era si la traían a la ciudad por medio del distribuidor ,o simplemente las recogíamos para traerlas por nuestros propios medios. Pensé en la camioneta y mis pertenencias que aún tenía en casa, por lo que definí que prefería traerla yo, era un viaje de casi mil doscientos kilómetros, pero tenía que traer muchas maletas y cajas, además de que me gustaba conducir por carretera.

La habitual reunión de coordinación fue lo usual, con la sola salvedad de que Elcira insistió que debíamos de mejorar nuestra productividad, acelerando los procesos, ante lo cual le indiqué que obrara con precaución pues algunos de los procesos no se pueden alterar o apurar, por lo que antes de hacer cambios, me consultara… ella con su soberbia acostumbrada me respondió que sabía muy bien lo que hacía, que para eso ella era ingeniero industrial y tenía un MBA, cosa que si bien es cierta, es de muy mal ver responder de esa forma a su superior directo, pero lo dejé pasar.

Después del incidente fui mi despacho y le dije a Gaby que hablara con la encargada de personal para preparar el contrato de Antonia, la que sería la nueva secretaria de gerencia, cosa que le pareció muy mal, pues yo no me ...

... quedaba con ella y que por ende, estaría en manos de Elcira. Le dije que no se preocupara pues conociendo a Elcira, probablemente querría a Antonia y que cuando llegara se la podía cambiar por ella, pero necesitaba que fuese su iniciativa. Además le pedí que me comprara un pasaje de ida para el día siguiente y así ir por mi camioneta y mis cosas, que contemplara mi ausencia para el miércoles y jueves, para vernos el viernes.

Gaby: ¡Ay jefecito!, no me gusta que me deje en manos de Elcira, pues me hace la vida imposible

Yo: No debe ser para tanto Gaby

Gaby: Lo dice porque usted no la sufre pero yo sí, casi la podría acusar de hostigamiento, si no fuera que me escudo en usted, me habría ido de la empresa.

Yo: Veamos que pasa y hablamos

Gaby: Si me promete rescatarme de esa arpía.

Yo: Lo prometo Gaby, si no resulta te rescato y mando a Antonia a las garras de la “bestia peluda”, jajaja

Gaby: Gracias jefecito, a propósito ¿El viernes saldremos?

Yo: Puede ser, pero será mejor salir hoy, así aprovechamos de ver que necesito para la casa de gerencia.

Gaby: Pero eso es trabajo

Yo: Sí pero entretenido

Gaby: ¿Ya conoce la casa?

Yo: Solo por fuera, las llaves me las entregarán en un rato.

Gaby: Podemos ir a verla y así ver que necesita y después comprarlo, ¡me encanta ir de compras!, dijo con su acostumbrada alegría chispeante, dejando atrás el tema de Elcira

Yo: Sí claro, vamos después de almorzar, avísale a tu futura jefa, jajaja

Gaby: ¡Ve ...