Mi esposa y la Pandemia. Capítulo
Fecha: 23/05/2025,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: claudiomarried, Fuente: TodoRelatos
... tantas cosas que a mi juicio no eran importantes.
Cuando fuimos a ver el área de servicios, y ver los cuartos destinados para ellos nos llevamos también una grata sorpresa, eran muy cómodos, nada tenían que envidiar a mi cuarto de la casa de mis padres.
Luego descubrimos que había otra casa como de huéspedes a unos veinte metros por detrás, que tenía de todo para alojar cómodamente a unas cuatro personas, lo mejor es que estaba completamente equipada, faltando solo llenar su heladera y la despensa, la verdad es que hasta yo podría vivir en ella. De regreso a la casa principal, volvimos a pasar por la sala de entretenimientos, momento en que Gaby me mira con picardía y dice:
Gaby: No le apetece probar si son cómodos los sillones
Yo: ¿Me quieres seducir Gaby?
Gaby: No habría nada de malo jefecito
Yo: Soy casado y muy viejo para ti
Gaby: No es tan viejo y creo que su matrimonio está un poco complicado, además, debo convencerlo que siga siendo su secretaria, jejeje
No dije nada más y abrazándola la llevé al sofá más cercano, ella se dejo llevar y apenas nos sentamos se lanzó a besarme, la temperatura subió rápidamente, pero no tenía mucha fe en que se entregara a mí, pues era su costumbre dejarme hirviendo como tetera para luego recular. Así y todo, comencé un apasionado franeleo, apoderándome de una de sus deliciosas y suaves tetas, a diferencia de otras veces, ella estaba con un sujetador deportivo que me fue fácil de levantar dándome acceso por primera ...
... vez a engullir uno de sus pezones, los cuales también admiré por primera vez. Eran casi iguales a su casi casi homónima Gabbie Carter, lo que me volvió loco. ella pronto y sin decir nada, se montó a horcajadas sobre mí subiéndose su falda, por lo que su coño protegido por solo sus bragas quedó tocando mi encerrada dureza.
Comenzó a mover sus caderas y me comió la boca a besos, dejándome acariciar su culo a mi entera voluntad.En un momento estábamos tan calientes que traté de desempacar a mi amiguito para por fin partirle el coño como se lo merecía, pero pese a que creo que ella también tenía las mismas ganas que yo, me detuvo y dijo:
Gaby: Aún no jefecito… Es hora de ir a comprar muebles, por lo menos los de su cuarto y el de los invitados
Yo: Pero me vas a dejar así de duro…
Gaby: Sí lo siento, ya se le pasará como a mí
Yo: Eres una pésima secretaria, jejeje, le dije con algo de doble sentido
Gaby: Lo sé, hago esto para que no me deje en manos de la arpía de Elcira, jejeje
Como pude me recompuse y fuimos a una gran tienda de muebles a las afueras de la ciudad, donde después de recorrer casi todo el local y de que Gaby probara todas las camas que pudo, ante mi atónita mirada por su desparpajo y la “hambrienta” mirada del dependiente que nos atendía, por momentos dudé si el tipo tenía esa mirada por Gaby o por la potencial ventas que haría. Finalmente nos decidimos por tres juegos de dormitorios, dos tipo matrimoniales con camas grandes y otro para uno de ...