Mi esposa y la Pandemia. Capítulo
Fecha: 23/05/2025,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: claudiomarried, Fuente: TodoRelatos
... los dormitorios que “sobraba”, pues los niños tenían sus propios muebles y vendrían en un contenedor.
Acordamos los pagos, luego vimos algunos otros muebles que Gaby pensó necesarios, entre ellos unas Sillas y poltronas para la terraza de la piscina, pues curiosamente no habían. Terminado esto, fuimos a una multitienda, para comprar ropa de cama y un juego de loza y cubiertos, pues tampoco había en la casa. Terminada la agotadora jornada de compras, la fui a dejar a su casa, donde sus padres me invitaron a cenar, cosa a la que no pude negarme.
Definido mi viaje, llamé a la empresa para poder materializar la correspondiente visita al Gerente General y por supuesto a mi ex secretaria, a cual llamé, para junto con saludarla, pedirle lo que requería para el día siguiente, ella con su habitual alegría, me aseguró que gestionaría el tema del traspaso de “mi nueva camioneta” y agendaría el resto de mis requerimientos con la jefatura, como también lo era el contrato de Antonia, el cual ya estaba en curso por gestión de Gaby.
El vuelo por la tarde fue sin novedad, llegando un poco antes de la hora de cenar, en un comienzo dudé si avisarle a la furcia de Maite, pero la verdad es que no quería hablar con ella, aún estaba arrepentido de haberla follado, pero no todo era su culpa. Dada mi necesidad de no hablar con nadie, me dirigí en un taxi a casa, esperando que mi pérfida esposa y sus amantes no estuvieran, así me dejaría la primera noche en tiempo solo para ...
... haraganear.
Como era de suponer, el conserje que me conoce muy bien, me saludó y dijo que Maite se encontraba en casa, cosa que la verdad no me alegró, ya que quería evitarla, pero no hubo suerte, ya que seguía siendo su casa y se turnaba entre estar en ella y la de sus padres.
Entré con mi llave y pese a no desear sorpresas, me las llevé, pues en la sala estaban Jolene y Maite, haciendo berrear a Anto con un dildo de considerables dimensiones. Ya este tipo de escenas no me sorprendían, por lo que las saludé como si nada, dejando mi bolso de viaje en el suelo para luego dirigirme a la cocina y preparar un café, y así evitar en diálogos que no puedo manejar sin enfurecerme… la verdad es que no sé por qué hice todo eso, tal vez para huir de la escena del delito.
Las tres sorprendidas mujeres se quedaron mirando como un conejo se encandila ante unos faros, la verdad es que les había arruinado su “escena final”. Maite me quiso decir algo, tal vez para ver mi reacción… yo en cambio intenté pasar desapercibido o simplemente hacer de cuenta que nada de lo que hacían era inusual. Así como dije me apuré en salir del lugar. Por su parte Jolene, recuperando su autocontrol, trató de seguir tocando a Antonia como si nada hubiese pasado. En tanto Antonia que estaba aún despatarrada sobre el sofá, solo atinó a taparse sus tetas y coño
Maite: Hola mi amor
Yo: Hola veo que sigues con lo tuyo como siempre, dije con mala leche.
Maite: ¡Vamos!. Esa cara ¿qué esperabas que te espere eternamente a ...