Mi esposa y la Pandemia. Capítulo
Fecha: 23/05/2025,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: claudiomarried, Fuente: TodoRelatos
... que te presentes o me perdones?
Yo: No, la verdad no, pero creo que habíamos llegado a un acuerdo para retomar nuestra vida normal.
Maite: Y lo estoy cumpliendo, no sé si tú lo haces también. Pero conociéndote, y después de lo que hemos vivido, no creo que seas el que espera sentado a que una mujer le hable
Yo: No discutamos, creo que puedes continuar con lo tuyo y yo con lo mío
Maite: Por qué no participas creo que podemos pasar un buen rato juntos estoy segura que las chicas están dispuestas a dejarse llevar por un machote como tú
Yo: Prefiero descansar y prepararme para todas las actividades que tengo que hacer y las que tenemos que hacer después Maite
Maite: Claudio, si lo prefieres, puedes follar con Antonia para que se rebaje la cantidad de veces que faltan, nosotras con Jolene podemos entretenernos a parte
Antonia: ¡Pero Maite!, estábamos tan bien hasta antes que llegara tu marido
Yo: Tú no entiendes cómo me siento… Veo que sigues igual con tus prácticas inmorales de siempre. No sé qué vi en ti.
Maite: Yo tampoco, pero aún así estoy dispuesto a seguir adelante, por que eres todo para mí
Yo: ¿Y Anto que es para ti?
Maite: Tal como tú eres el hombre que amo, ella es la mujer que amo.
Yo: ¿A quien amas más?
Maite: Son amores distintos y en mi corazón cabe todo el amor del mundo, no seas necio y no trates de menospreciar uno por el otro.
Jolene: Vamos no sean tontos, sé que Maite los ama a los dos, no discutan necedades, Claudio, ...
... aprovecha de descontar y Anto sabes que es por un fin superior.
Maite: Vamos Anto cariño, será una menos y yo después te “apapacharé”
En un momento de la conversación pensé en no follar a Anto, pero luego me dije a mi interior ¿Por qué no?, esta chica sufre cada vez que la follo, pues es tortillera y solo ama a Maite, así que esto es parte de mi venganza… Fue así que tomándola de la muñeca la levanté del sofá donde la pérfida de Jolene sonreía maliciosamente en dirección de Maite. Anto casi sin chistar me siguió a mi cuarto, claro que sin dejar de mirar suplicante a su amante y a Jolene, las cuales sin más se enzarzaron rápidamente en lo suyo.
Apenas entramos al cuarto, la bella y desnuda Anto se distanció de mí, quedando expectante de lo que yo haría. Sin decirle nada comencé a desnudarme, mientras pensaba qué hacer, la verdad es que no tenía nada pensado.
Pese a que la bella Anto estaba desnuda, mi amiguito no estaba muy entusiasmado, por lo que colgaba solo un poco más grande de lo habitual, pero nada más. Miré a Anto que no podía disimular una sonrisa irónica al ver mi hombría casi inerte, supongo que se imaginaba que yo ya estaba impotente por ser un cornudo que se dejaba manejar por Maite.
Ese pensamiento, que estaba seguro compartir por la bella lesbiana, me molestó y pensé en que forma humillarla, así que le dije:
Yo: Chúpame la verga
Anto: No, es asqueroso…
Yo: Chúpala y así podremos descontar veces
Anto: Lo haré, solo si la chupada en sí ...