1. Mi esposa y la Pandemia. Capítulo


    Fecha: 23/05/2025, Categorías: Grandes Series, Autor: claudiomarried, Fuente: TodoRelatos

    ... metí un dedo en su orto, ella se sorprendió, pero no dijo nada, continuó afirmada de la tina mientras yo jugaba con la punta de mi verga enjabonada en su rajita del coño mientras metía y sacaba un dedo de su orto enjabonado y luego dos.
    
    No supe cómo se me cayó el pote de jabón con que le lubricaba el orto, pero ella resuelta a dejárselo perforar, lo recogió del piso de la ducha y en una contorsión digna de circo, tomó mi verga dándome una chupada para finalmente pasarme nuevamente el bendito jabón … Nuevamente la giré y la acomodé en cuatro, le puse más jabón a mi verga y abriendo esos apetecibles cachetes le puse la cabeza de mi verga en su enjabonado orto
    
    Yo: Afírmate mi putita mía…
    
    Anto: Bueno Clau…. Estoy… ¡Agghhh!… lista, alcanzó a decir cuando comencé a incursionar con mil glande.
    
    Al escucharla, tomé un gel de ducha y lo fui esparciendo en mi verga a medida que la iba penetrando, ella gemía, pero no escapaba a mi penetración, finalmente la tenía enculada hasta el mango… no me atrevía a moverme por miedo a hacerle daño, por lo que le pregunté
    
    Yo: ¿Estás bien?
    
    Anto: Sí… duele un poco, pero estoy bien… prueba moviéndote… Ayy… sí dale…
    
    La tomé de las caderas y comencé suave, pero en la medida que sus quejas y gemidos se fueron espaciando, comencé a darle más duro, la muy puta se lo merecía. En un momento, como pudo, ella metió una mano en el coñito para gozar por su cuenta… Eso me calentó aún más, hasta que le daba frenéticamente, sin escatimar ...
    ... esfuerzos… le amasaba el culo y le daba verga, ella gemía y suspiraba frotándose el coño en una mezcla de placer y dolor.
    
    Anto se estaba entregando por entera y me estaba dando todo el placer que creo era capaz en ese minuto. Era como si se hubiese olvidado de Maite, cosa que yo no podía hacer, !¡Maldita sea!... sentía como su anito apretaba mi verga, como nunca lo había sentido en mi vida, claro que no tenía mucha experiencia. Pero mientras miraba como mi verga entraba y salía de ese orto, como una maldición recordé el culo de mi Maite, un culo perfecto que había sido solo mío y tocado solo por mí… me ensimismé en esos oscuros pensamientos… ¿No sé cuánto tiempo pasó? pero de pronto sentí como mi cuerpo convulsionaba y derramaba mi simiente en el culo de Anto que a su vez apuró su masturbación en el clítoris, ambos gritamos nuestra corrida como si el mundo se fuera acabar.
    
    Yo: ¿Te gustó putita?
    
    Anto: Mmm sí un poco, pero duele…
    
    Yo: Ya te acostumbraras, recuerda que descuentas dos, dije habiendo perdido ya la cuenta…
    
    Anto: No sé si habrá otra oportunidad, solo si puedo caminar, jejeje
    
    Yo: Solo espero que te puedas subir a la camioneta, jajaja
    
    Anto: Eres un bruto, en ese caso me subes como puedas, no me quedaré aquí para siempre, dijo besándome.
    
    Yo: Te llevaré, tu culo merece la pena, jajaja.
    
    Anto: O sea te gustó
    
    Yo: No puedo negarlo…
    
    Anto: Creo que debemos salir de la ducha si no la cuenta del agua caliente será estratosférica, jajaja
    
    Yo: No hay ...