Mi esposa y la Pandemia. Capítulo - Relatos Eróticos

Mi esposa y la Pandemia. Capítulo

... suaves caricias con sus lenguas en las rajitas, mientras yo me posicionaba por detrás de Anto, sobándole su prieto culito, para proceder a “descontar veces”.

Este cuadro me quedará grabado para toda la vida. Sé que son lesbianas, y noto que saben perfectamente darse caricias entre ellas, pero ahora lo hacen por mí… sé que es porque Maite quiere lo mejor de los dos mundos… Comienzo a pensar que Maite más que lesbiana es bisexual, pues le gusta mucho la verga, jajaja. Entonces como en la mejor película lésbica que haya visto jamás, comienzan a comerse el coño con pasión mientras envergo a Anto, la cual lanza un ahogado gemido al ser penetrada completamente. Para lo cual me puse en posición comenzando a meter mi verga casi de un golpe en su coño hasta detenerme en ese maravilloso culo: No sé si Anto estaba complacida, pero me mira con sus ojos casi entornados, haciendo un gesto como de anuencia.

Sus cuerpos nacieron llamados a la lujuria y al pecado de la carne, si me entienden, son embriagadores; no puedo dejar de admirar como rozan piel con piel, teta con tripa, mano con muslo, pese a ser abiertamente homosexuales, para mí era una excitante maravilla de visión. Quedé absorto contemplándolas, pero no sé por qué Anto me habla, y regreso a la realidad, aún cuando no supe que me dijo… volviendo a la realidad le acaricié su culo lentamente, lo sé es lesbiana, pero no me puedo resistir a ese culoa perfecto, lo que además me llevó a poner un dedo en su orto y,… le doy una ...

... suave mete saca acompasando en su orto y vagina… lo que prontamente logra incrementar sus jadeos y suspiros, sería lesbiana pero no dejaba de ser una fémina humana.

Estaba casi en éxtasis, pero tenía una idea algo diferente a lo que creía que ellas esperaban, por lo que traté de evitar los lengüetazos de Maite en mi verga… y sacándola del coño de Anto le digo a Maite que me ensalive mi verga con su boca, luego la retiro y de paso también contribuyó a la lubricación dejando caer mi saliva. Anto aún no se daba cuenta de mi diabólica maniobra hasta que fue muy tarde y contrario a lo que pienso que son sus deseos, se la comienzo a meter en su orto.

Anto: ¡Aghhh!, ¡qué haces cabrón!

Yo: Romperte el culo boyera de mierda, dije con dureza, pero sin ira

Maite: No seas malo ni digas esas cosas.

Yo: Tienes razón, pero igual la voy a culear, tú encárgate solo de su coño, puta traicionera, señalé con furia.

Anto: Ay me estás rompiendo el culo para… para

Maite: Calma mi amor, ya te acostumbraras y sin dudas esta vale por dos veces.

Yo: ¿Quién dijo que valía por dos?

Maite: Vamos, no seas malo, le estás reventando el culo, que valga por dos…

Yo: Okey, dije, pensando que una más o una menos daba lo mismo y yo no puedo ser malo. no me nace serlo. Además, reventarle el culo a Anto me encanta, lo considero como parte de mi venganza, jejeje

Junto con su gemido de dolor, dio un respingo, pero Maite la sujetó de los hombros y ella no pudo escapar de mi acometida; creo ...