1. Dios no va a impedir que mi cuñado me desvirgue


    Fecha: 28/05/2025, Categorías: Incesto Autor: VictoriaSG, Fuente: TodoRelatos

    ... había incluso mojado mis braguitas.
    
    Detestaba a Isaac por su forma de ser, por esa soberbia y falta de educación, pero no podía negar que al verlo un instinto casi animal me poseía y me susurraba al oído barbaridades que nunca había deseado hacer con mi propio novio. Traté de olvidar su ofrecimiento y centrarme únicamente en Jaime, aunque no era nada sencillo.
    
    Mi cuñado parecía empeñado en permanecer en esa casa durante todo el tiempo que yo estuviera allí. Nos cruzábamos todo el rato y me veía obligada a tener que verlo siempre en paños menores, lo que provocaba que me excitara de inmediato y me viese forzada a disimularlo. Una noche no pude aguantar más e intenté que Jaime apagara el fuego que me consumía.
    
    - Mastúrbame.
    
    - Dijimos que aguantaríamos hasta el matrimonio.
    
    - Pero tocarse no está prohibido, ¿no?
    
    - No, solo estamos obligados a llegar vírgenes.
    
    - Pues hazlo, aunque sea por encima de la ropa interior.
    
    Empezamos a besarnos y al cabo de un rato yo misma cogí la mano de Jaime la coloqué entre mis piernas. Mi novio comenzó a moverla torpemente, lo que consiguió proporcionarme cierto gusto, pero sentía que eso no podía ser el placer del que todo el mundo hablaba. Mientras nuestras lenguas seguían unidas, yo también meneaba casi involuntariamente las caderas tratando de gozar.
    
    Al cabo de un buen rato sin sentir gran cosa, yo misma me quité las bragas para ver si el contacto piel con piel hacía que la masturbación mejorara. Jaime no dejaba de ...
    ... repetir lo caliente y húmedo que tenía el sexo, pero sus tocamientos seguían sin ser demasiado efectivos. Llegué a la conclusión de que para obtener placer debía introducirme los dedos, pero eso sí que lo teníamos prohibido.
    
    Dejé que siguiera unos minutos más y finalmente le dije que había alcanzado el orgasmo, aunque era mentira. Estaba dispuesta a hacer lo mismo por él a pesar de que no había sido tal y como lo planeaba, pero en vez de pedírmelo se dio media vuelta para dormir. Acalorada por lo que acababa de ocurrir, fui a refrescarme al cuarto de baño, desnuda de cintura para abajo.
    
    Según avanzaba por el pasillo me di cuenta de que salía luz por debajo de la puerta de Isaac. No sé que se me pasó exactamente por la cabeza en ese momento, pero en vez de seguir hacia el cuarto de baño me colé en la habitación de mi cuñado. Apenas reaccionó al verme medio desnuda, era como si llevara toda la noche esperándome.
    
    - Sabía que no tardarías demasiado en visitarme.
    
    - ¿Puedes darme placer sin que deje de ser virgen?
    
    - Claro, solo tengo que frotarte el clítoris.
    
    - ¿Sabes dónde está?
    
    - Nena, túmbate en mi cama, abre bien las piernas y prepárate para flipar.
    
    Hice caso a Isaac y me estiré en su cama, completamente abierta de piernas. Él se tumbó a mi lado y, tras acariciar la cara interna de mis muslos, colocó su mano sobre mi sexo. Con un primer toque certero me hizo estremecerme mucho más que su hermano en todo el rato que había estado palpando a ciegas por la ...
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