1. Infiel por mi culpa. Puta por obligación (42)


    Fecha: 10/06/2025, Categorías: Grandes Relatos, Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos

    ... infranqueables acantilados o te ves de pronto caminando al borde de peligrosos desfiladeros, tras dejar atrás esas tupidas laderas, adornadas con altos cedros, robustos nogales y bienolientes eucaliptos.
    
    —Y con sus variados caminos hacia arriba, la adrenalina de la aventura nos irá llevando hacia sus hermosas y desconocidas alturas, haciéndonos olvidar del ocre en sus espigas, los amarillos girasoles y también del violeta de las petunias, de la plácida llanura ya pisada. Según tu experiencia de caminante, detenerse momentos antes de dar el siguiente paso, para poder admirar con sensatez desde su cima, nuestra vida en perspectiva y tomar la decisión de avanzar o regresar.
    
    —Pero yo en su momento no le di la debida importancia a tus recomendaciones, y dejé simplemente a tus palabras, empolvarse en algún apartado estante de mi mente, sucumbiendo al ego de mi autosuficiencia y mis prisas por demostrarte de lo que era capaz de conseguir… ¡Sin tus cuidados!
    
    —Ya en el segundo llamado para abordar, secándose el llanto con dos pañuelos faciales, concluyó su íntima disertación, diciéndome…
    
    —Ahora que reconozco ante ti, amor mío, mis desaciertos y las putadas que realicé, y tú de mala manera de enterarte, asimismo creo que también debo pedirte perdón porque recién te marchaste, te aborrecí. Es que… Cielo, me mirabas con un odio terrible, tú nunca antes… jamás me habías mirado así. ¡Sí! Lo sé, lo sé. Me lo tenía merecido, pero hubiera preferido que gritaras, me insultaras y ...
    ... me dejaras con palabras bien claras tus sensaciones esa noche, a que me castigaras con tu silencio. Y te detesté más que nada por eso, por esa mirada llena de desprecio.
    
    —¿Me odiaste, Melissa? Hummm, ya veo. Es el colmo que, a pesar de todo, sabiendo tu muy bien la verdad, tuviera yo que cargar, aparte de la mía, igualmente tu cruz.
    
    —¿Odio? No, mi amor. ¡Jamás he querido destruirte o desearte el mal! ¿Rencor? Sí, mi vida. Porque me envenenaba interiormente al ver que tú, no reaccionabas como yo lo suponía. De pronto fue una mezcla de los dos, si te soy sincera. Es difícil de explicar. Me sentía sola y derrotada. No dijiste nada de nada. No sabía con seguridad a qué atenerme, aunque por tu distanciamiento repentino y ese silencio eterno en el que vivimos los últimos días, yo… Busqué un culpable. Al ver y sentir que te había perdido, qué ya no me amabas, yo necesitaba en esos momentos encontrar en ti algo malo, un punto obscuro para culparte, y en tu amor una fisura de dónde agarrarme para escalar y salir bien librada del lodazal donde me había hundido.
    
    —¿Qué ya no te amaba? Es que, a ver, Melissa. Amar no es solo demostrar con palabras y actos, obsequios o cariñosas miradas, no. Amarte también involucraba para mí, el saber callar y esperar a que tú actuaras con la sapiencia de siempre y me hablaras con confianza, aunque hubieses estado tan perdida. Ten la plena seguridad de que yo, amándote como lo he hecho desde que te conocí, podría quizás lograr entender lo que ...
«12...456...11»