Infiel por mi culpa. Puta por obligación (42)
Fecha: 10/06/2025,
Categorías:
Grandes Relatos,
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... lado.
—Supongo que te quedaras con nosotros un tiempo, mientras encuentras un sitio para ti. O si prefieres, podemos buscar una casa nueva, o un apartamento en otro barrio para que nadie de nuestro pasado, pueda llegar a incomodarnos nuevamente, sobre todo, ese par de estúpidos malparidos. —Me interrumpió los pensamientos.
—Por Eduardo no te preocupes. Milton me hizo el favor de averiguar por esos dos personajes, y él, lleva cuatro meses recluido en una institución para la salud mental. Al parecer, Fadia se encargó de dejarlo por allá, para que superase una esquizofrenia paranoica. No tiene autorizadas las visitas, salvo que sea un familiar en primer grado de consanguinidad. Ella vendió todo y se marchó, suponemos que con su dichosa prima. Se fue sin dejar rastro. Lo abandono y desapareció. —Le comenté la situación y nos pusimos de pie para hacer la fila de ingreso.
—¿Y tus antiguas amistades? —La presioné un poco y sin dudarlo un segundo me respondió...
—Cómo te relaté, jamás revelé mi verdadera identidad. Nadie nunca tuvo mi número telefónico personal, ninguno de quienes me seguían en las redes sociales, conoció mi perfil verdadero. ¡Ni él, ni ella! He llevado todo este tiempo desde que te marchaste, sin necesitar saber nada de ellos. Eso te lo puedo jurar por la memoria de mi padre. —Me contestó tajantemente, y luego, con curiosa serenidad, Mariana me preguntó…
—¿Hummm, y que silla te dieron? —Me preguntó Mariana al avanzar hacia la puerta del avión.
—No ...
... lo sé. ¡Ésta! –Y le enseñé el pase de abordar. – Supongo que, a lo último, en la cola del avión.
—¡Que lastima! Yo estoy en…
—Lo imagino. En primera clase. ¿No? —La interrumpí.
—Me miró un tanto triste, y tras saludar cortésmente al sobrecargo e ingresar a la cabina, y antes de separarnos, se me acercó y al oído me preguntó...
—Cielo... ¿Crees que pueda cambiar?
—No lo sé, pero más te vale que lo intentes y que este viaje de regreso para los dos, no se convierta en otro error. —Me tomó por el antebrazo y pegadita a mí, me dijo en voz baja…
—Jajaja, no cielo, no me refería a eso, sino a mi ubicación en el avión.
—No lo creo, todo está full. Estuve de suerte al conseguir cupo. Igual podemos aprovechar para descansar un poco. No he dormido nada, y al igual que tú, se me están cerrando los ojos.
—Ok. Está bien. Pero cielo… Quiero que entiendas mi amor, que nada estaba mal en ti y que no fue tu culpa. No era que te faltara nada o estuviese yo hastiada contigo; no me fallabas ni emocional ni económicamente. Siempre me sentí segura y con un futuro prometedor a tu lado. Que, si te fui infiel, fue por un deseo reprimido, algo infantil al comienzo. Luego… Luego yo me descubrí deseando más, obteniendo un egoísta beneficio adicional. ¡Más fuerza! Mi cielo. Una poderosa sensación de dominio se fue apropiando de la mujer que conociste, la que tu tanto amabas y cuidabas, pero surgió de mi interior tan de repente, esa diosa oculta que yo mantuve por años en el olvido, ...