MANOLO. Suegro, consuegro y padre
Fecha: 23/06/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: ugui1, Fuente: TodoRelatos
... con chistes malos debías reírte, pero no por la gracia del chiste, si no por malos y mal contados.
Pilar, Anna y Yo nos encontrábamos sentados en la mesa de la pérgola cuando resucitaron los roncadores. Vinieron hacia nosotros y se sentaron. Juan le pidió agua a su mujer y mi hijo a Pilar, ambas sirvieron a sus respectivos su vaso de agua. No fuera que si hubieran ido ellos a buscarse el agua pudieran lesionarse ¡Vaya par! Pensé, les daría yo agua, por los cojones.
- Papá, mamá, hoy me quedaré a dormir aquí, en la habitación de invitados y recogeré yo y limpiaré todo esto, no quiero que Manolo lo haga.
- En la habitación de invitados ¡Eh Pilar! Que hasta que no estemos casados hay que respetarse.
- Claro Jaime ¿no te estoy diciendo en la habitación de invitados?
- Ya estoy yo para que esto se cumpla, además Jaime, lo que tú digas ya no importa, en esta casa ahora manda Pilar, que necesario era ya tener a una mujer como dios manda debajo de este techo.
- Di que sí Manolo, en una casa quien debe mandar es la mujer, que es la que se ocupa y ordena. Mi hija está bien enseñada para ser una buena esposa.
- Manolo, estoy orgulloso de mi hija y de la relación familiar contigo, seguro que dios te puso en el camino para salvar a mi mujer y ahora dios, te ha puesto a mi hija en tu camino.
Ante estas sabias palabras, preferí callarme, lo que hubiera dicho habría dolido, mejor callar. El objetivo estaba cumplido, la niña se quedaba en casa a dormir. El cornudo ...
... propuso irse ya para su católico hogar con su señora, alegó cansancio. Será por los esfuerzos que ha hecho el tío, pensé yo.
Nos quedamos los tres en el jardín, deje solos a la pareja para que disfrutaran un poco de su intimidad y me fui a mi habitación.
A la hora aproximadamente baje de nuevo al jardín. Me encontré a Pilar sola, estaba recogiendo la pérgola.
- ¿Estás sola? ¿Y Jaime?
- Tu hijo no me quiere Manolo, ya se ha ido a la cama, dice que no va a cenar, que se encuentra mareado y con dolor de estómago, que no le moleste.
- Ven a mi Pilar, acércate.
La cogí de la mano y me la llevé hacia mi habitación. La notaba miedosa y temblaba, su mano se apretaba a la mía fuerte, seguía dócilmente mis pasos. Cuando entré, cerré detrás de mí la puerta. No se atrevía a mirarme. Deseaba lo que iba a pasar, pero tenía miedo.
Me quité el bóxer ante ella y apareció mi polla erecta apuntando al cielo. Ella se la quedó mirando, estaba inmóvil. Le baje despacio el bañador, en cada centímetro se descubría la hermosura de aquel angelical ser. Sus sonrosados pezones adornaban unos redondos pechos, su vientre plano totalmente, su cintura estrecha y su fina silueta adornaban aquel poco velludo coño rubio con sonrosados labios vaginales. Era una ricura de niña para mí.
Pilar temblaba y se echó a llorar, se orinó en la alfombra. Eso aún le dio más vergüenza y miedo y se tapó la cara con las manos. Le di un abrazo y acaricié su pelo y sus mejillas. Le besé en la frente y la ...