1. MANOLO. Suegro, consuegro y padre


    Fecha: 23/06/2025, Categorías: Incesto Autor: ugui1, Fuente: TodoRelatos

    ... abracé fuerte consolándola.
    
    - Pilar, corazón bonito, tranquilízate, no haremos nada que no quieras que hagamos, si no quieres darme tu virginidad, tranquila que no te obligaré, si deseas dármela, seré lo más cariñoso y dulce que pueda.
    
    - Manolo.
    
    - Dime Pilar
    
    - Te amo. Yo quiero ser tu mujer hueeeee….
    
    - No llores cariño, yo también te amo, abrázame.
    
    El abrazo que recibí de Pilar, es el más tierno y emocional que he recibido en mí vida. Aquella niña iba a entregarme lo que para ella era lo más sagrado de su ser, su virginidad. Era la inocencia pura. La bese en la frente, en las mejillas y en los labios. Mi lengua busco la suya y muy dulcemente fui degustándola a la vez que empecé a acariciarla.
    
    La tumbé en la cama y la acurruque en cuchara. Una de mis manos estaba agarrando uno de sus pechos y con la otra le hacía caricias de amor en los muslos, en el pelo, en su vientre. Le eché aliento en su nuca y le susurré al oído que durmiera, que todo llegaría. Le pregunté si estaba cómoda.
    
    - Parece que esté en el cielo en brazos de un ángel Manolo.
    
    - Eso es, soy tu ángel guardián, ahora velaré tu sueño y cuando despiertes feliz y fuerte nos fundiremos haciendo el amor.
    
    - ¡Oh, sí! Manolo, te amo.
    
    - Yo también pequeña, duerme….shshshsh….
    
    Le susurré aliento en los oídos, pegué mejor mi polla en su culo y se durmió plácidamente agotada del día de trajín. La abracé fuerte y ella se quedó dormida agarrándome el brazo que sostenía su pecho para que no la ...
    ... soltara.
    
    Antes de que amaneciera, la desperté besándole la vulva. Empecé dándole besos suaves a sus labios vaginales y pequeños besitos a su clítoris. Recorrí con la lengua y a besos, todos los rincones de aquel monte de venus de poco pelo y rubio. Sus ingles eran chupadas por mis labios, y su ojete recibió la visita de mi vivara lengua. Cuando la vi despierta y suspirando la mire a los ojos, ella me sonrió, yo también la sonreí, me fui a su boca y la bese, la besé con pasión y amor.
    
    Me arrodillé ante su cara y le mostré la polla, le explique todas sus partes y la función de cada una, y como debía mamármela. Estuvo practicando un rato y le cogió afición, y aprendió rápido a esconder los dientes, usar los labios y el paladar, engullir con la garganta y respirar con la boca llena de polla. Como debía jugar y saborear mis huevos y buscar mi ojete con la lengua, y como debía besarme el culo. Le fui dando una master clase de mamar.
    
    Haciendo camino de besos llegué otra vez a su coño y me dediqué a saborearlo bien, a conciencia y me tomé el tiempo necesario hasta que ella se fundió en un gran orgasmo.
    
    Cogí el bote de aceite de almendras y empecé a hacerle un masaje por todo el cuerpo con mi polla. No hubo un rincón de su piel que no fuera acariciado y masajeado por mi rabo. La giré en un par de ocasiones dándole aceite a ambos lados del cuerpo. Cuando le masajeaba y esparcía aceite en su coño, entre sus ingles y sus cachetes ella se estremecía.
    
    De rodillas sobre la cama, ...
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