MANOLO. Suegro, consuegro y padre - Relatos Eróticos

MANOLO. Suegro, consuegro y padre

... la refrescamos y lavamos. He de reconocer que me sentí mal haberla llevado a aquella situación. La pobre fue recomponiéndose y la acosté en la tumbona, la tapé con una toalla y le dije que descansara que ya se le pasaría el mal estar, que estuviera tranquila, le di un beso en la frente que creo la recompuso un poco. Me sonrió.

Decidí con Dolores al rato irnos a mi cuarto a echar un polvo, para que no se quedara tirada en la hamaca mal dormida Pilar, la cogí en brazos y la lleve al sofá del salón. Ella me sonreía con este punto hermoso que provocaba su embriaguez, me tenía agarrado del cuello y cuando la deposité sobre el sofá, me dio un beso en los labios y se rio.

Me fui con Dolores a mi cuarto. No cerré la puerta del todo adrede, me entró una especie de morbo por si se recomponía Pilar y se le ocurría espiarnos. Y así fue.

Llevaba ya al menos media hora fallándome a Dolores, la tenía loca, cuando de reojo vi una sombra en la puerta, mi estado de excitación aumentó y Dolores recordaría durante mucho tiempo el polvo que le pegué aquel día en casa, y yo también.

A la hora y media de estar metiendo candela al coño de Dolores la desmonté. Miré hacia la puerta y vi deslizarse una sombra pasillo abajo. En la puerta me encontré una mancha de líquidos. Mi nuera habría estado tocándose seguramente observándonos follar.

Al rato bajamos y me encontré una nota sobre la mesa de Pilar que me decía que se había ido a su casa, me gustó un “Hasta mañana” como ...

... despedida.

Dolores también se fue y me quedé solo y a gusto en casa. Mi hijo seguramente estaba encerrado como siempre en su habitación.

Los días posteriores transcurrieron normales, estuve al menos dos días sin verla, ni a ella ni a mi hijo, cuando yo regresaba a casa, mi hijo ya se encontraba en su habitación y Pilar ya en su casa.

Era el jueves cuando la vi. Había terminado un poco antes y en verano las tardes al ser largas uno aun podía disfrutar del jardín y la piscina. Yo estaba tomándome una cerveza bajo la pérgola cuando apareció.

- Buenas tardes Manolo, hace días no te veo.

- Dichosos los ojos que te ven, creí que ya me huías, ja, ja, ja,..

- Tú siempre con humor. Me alegro verte. Quería comentarte lo del encuentro con mis padres.

- Ven, siéntate a mi lado y cuéntame.

Pilar se sentó a mi lado y me habló que si me parecía bien, les había dicho a sus padres llegar aquí sobre las once de la mañana. Que si me parecía bien, les había dicho a sus padres que se trajeran el bañador para bañarnos en la piscina y comer en el jardín. Que si me parecía bien ella haría los postres el día antes en mi cocina. Que si me parecía bien…. Ahí ya la detuve, demasiadas cosas para parecerme bien, me acerqué a ella y le dije susurrándole al oído; la fiesta es para ti princesa, como a ti te guste, así será” y le di un beso inocente sobre el lóbulo de la oreja, que le erizó la piel y se le puso la carne de gallina. Además le dije que le dejaría tres cientos euros en la mesa para que ...