MANOLO. Suegro, consuegro y padre - Relatos Eróticos

MANOLO. Suegro, consuegro y padre

... comprara todo lo necesario. Sobre todo que no faltara el cordero.

- ¿Quieres darte un baño?

- Ahora no puedo Manolo, he venido solo a decirte esto, tengo que estar en veinte minutos en la congregación, hoy me toca a mí orar.

- ¿Orar?

- Sí, yo voy diciendo los salmos que los demás repiten y así rezamos.

- Bien, cada loco con su tema, que vaya bien

- Gracias Manolo, eres estupendo

Vaya colgadas tiene la peña.

Pasaron los días y el sábado por la tarde vino Pilar a preparar los postres. Yo aquella tarde fui a casa con una amiga con la que llevábamos tiempo preparando un encuentro un poco relajado. Ella además de casada era policía municipal por lo que debíamos de ser discretos, solo habíamos follado un par de veces. La primera fue a raíz de un pequeño accidente que hubo y estuvo en el taller revisando el coche siniestrado, aquel día, se quedó más de lo habitual, encontramos feeling y acabamos metiendo un polvete en el taller. La segunda fue algo similar, me vino por un problema en su coche y le arreglé la avería, y el coño al cerrar el taller. Últimamente me llamaba mucho para tener un encuentro y quedamos este sábado ya que su marido había ido a ver un partido de fútbol con una peña y ella no tenía servicio.

No me acordaba que le dije a Pilar que podía hacer los pasteles en mi cocina, hablé con ella.

- Pilar bonita, yo y una amiga estaremos por el jardín y la piscina, queremos un poco de intimidad, mejor no salgas, después hablaremos para quedar ...

... con lo de mañana.

- Vale Manolo, no te preocupes, no te molestaré.

Me lanzó una mirada pícara y una sonrisa. Claudia y yo estuvimos por el jardín toda la tarde follando. Era mujer caliente y a mí me ponía a mil. Sus pechos eran redondos, más bien grandes, era de pezón grueso y areola morena. Tenía entre piernas una buena mata de pelo, hasta demasiada a mi gusto, tanto pelo negro rizado a la hora de comerte un coño, molesta, estás a toda hora sacándote pelos de entre los dientes.

Seguramente mi nuera nos observó en algún momento, no me cabe la menor duda, pero no quise entrar otra vez en el juego de exhibirme.

El grito que pegó la municipal cuando le metí la polla en el culo, seguro si lo escuchó, fue terrorífico. Me quedé quieto y parado con la polla dentro de su recto, hasta que vi como comenzaba a respirar mejor.

- Eres un animal, me has roto el culo, cabrón ¡que dolor!

- Relájate, verás cómo se va amoldando a tu culo, ya le estoy echando más aceite al cipote, tranquila, lo gozarás.

- ¡Ay, despacio, despacio! ¡Por el amor de dios! ¡Es que tienes una polla Manolo! ¡Ah! ¡ah!

- Ves ya te está gustando ¿Eh?

- ¡Oh, dios mío! Si, dale Manolo, fóllame por el amor de dios ¡Que polla!

- Toma, zorrita ¿Te gusta que te llame zorrita?

- ¡ah, ah, ah, ah, ah! Sí, llámame zorra, soy una puta que le pone los cuernos a su marido, ah, ah, ah, oh, oh, ¡Fóllame!

- Te voy a partir el culo cacho puta

A la vez que la empecé a tratar brutamente con el lenguaje, ...