MANOLO. Suegro, consuegro y padre - Relatos Eróticos

MANOLO. Suegro, consuegro y padre

... felicidad. Se paró a saludarme un matrimonio clientes del taller, cuando fui a pagar me dijeron que los señores me habían invitado.

Me fui a casa y eran cerca de las diez de la mañana ya. Pronto llegaría Pilar con sus padres. Mi hijo, no aparecía, él era el protagonista, no yo, vaya morro tiene, pensé. Me gasto el dinero en una comilona para que quede bien con la familia de su novia y ni capaz de venir a prender candela a la barbacoa sirve.

Llegó Pilar y sola, me dijo que ella se había anticipado para ir al centro a buscar un encargo, que a las once sus padres estarían aquí. Se subió a la habitación a buscar a Jaime. Los dos bajaron enseguida.

- ¿Han desayunado tus padres Pilar?

- Si Manolo, lo que prepararé será un zumo de naranja por si tenemos sed antes de la comida.

- Bien, pero no te olvides también de poner el vermut, cervezas y el vino en fresco.

- Claro Manolo.

Pilar estaba radiante de emoción y felicidad. Llegaron sus padres y me los presentó. Quedé de piedra al ver a su madre. Ella también. Nos conocíamos, los padres de Pilar eran clientes de mi taller. Se llaman Juan y Anna. Son clientes desde el día que rescaté a mi consuegra del rio. Con mi todo terreno grúa pude rescatarla de dentro de su coche, que el rio se llevaba después de una tormenta bestial que hubo hará unos diez años. Desde entonces son clientes míos. Y desde hace años que me agradece aún de vez en cuando haberla rescatado, y es una asidua de mi polla.

Nos dimos la mano, ...

... abrazos, todos contentos y felices de la casualidad de la vida. Juan era un cornudo bonachón. Ella daba la imagen de muy recatada y beata, tenía un buen cuerpo y era una animal follando, le gustaba la caña. Pilar botó de alegría de ver la confianza y amistad que nos teníamos. Me dijo que en su casa me denominaban, el héroe, siempre se hablaba del héroe que salvó a su madre en el río.

Nos fuimos hacia el jardín y propuse un baño y que nos aligerásemos de ropa para estar más cómodos. Fui a mi habitación y baje con un bóxer bañador ajustado y marcando paquete. Antes de bajar me miré en el espejo, no soy presumido, pero he de reconocer que a mis cuarenta y dos años estoy en mi plenitud física. A mis amantes les encanta mi cuerpo y sobre todo mi polla, soy un agraciado de la vida.

Llegué al jardín y enseguida tuve a Pilar en bañador y su madre también, a mi lado. Juan estaba enzarzado en un debate político con mi hijo Jaime, al parecer coincidían en la afición a la política. Instintivamente rodee la cintura de Anna con mi brazo y pose mi mano en su culo. Fue un reflejo involuntario, y a la que me di cuenta la retiré enseguida, nadie había visto nada, solo Pilar se había quedado en la acción. Anna me sonrió y me guiñó un ojo. Había que comportarse, tenía que controlar mis instintos. La polla ya se me estaba poniendo morcillona, y ellas creo que lo notaron, propuse irnos al agua.

Animé a Juan y a Jaime a darse un baño. Juan hizo un intento de venir, por dentro tuve que ...