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Amor inesperado de una joven casada
Fecha: 27/06/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: dulceymorboso, Fuente: TodoRelatos
... siguió hasta el salón y le pedí que se sentara mientras le preparaba un café. - Toma – le ofrecí una taza de café con leche. - Gracias. Que bien huele! Me senté a su lado y la miré con timidez mientras revolvía el azúcar. - Que tal estás? – me preguntó apoyando su mano en mi pierna – Tienes mala cara. Como decirle que no había dejado de pensar en ella y en su marido? Que me había tenido que masturbar en la ducha y que a pesar de querer hacerlo pensando en mi Javier, no había sido capaz y ellos eran los que ocupaban mis mente? - No dejo de darle vueltas a todo que pasó – la miré asustada. - Pero te sientes mal? Ay mi niña – me abrazó y apoyó mi cara en su hombro – Yo solo quiero que estés bien. - No entiendo que me pasa con vosotros – necesitaba desahogarme – Si me siento mal es por mi marido y no por vosotros. Hasta ayer pensaba que el sexo con Javier era lo mejor del mundo y me he dado cuenta que si, que me encanta hacer el amor con él pero hoy sentí cosas que nunca pensaba que existirían. Me escuchaba mientras me acariciaba con dulzura la cabeza. Seguí hablando, quería soltar todo lo que me atormentaba. - Nadie me había acariciado como vosotros y era como si deseara seguir sin parar. Me asusta pensar que es como si hubierais activado algo dentro de mi cuerpo y que no puedo dejar de pensar en vosotros – me quedé callada unos segundos y seguí – Al volver de vuestra casa…en la ducha… me sentía excitada. Intenté masturbarme pensando en mi marido ...
... pero me resultó imposible. - Te masturbaste pensando en Eduardo? - Si… En tu marido y en ti, Carmen. Es una locura! - Cariño… - me dijo ella también nerviosa – Cuando os dejé en la habitación y me fui a la ducha, yo también tuve que masturbarme. - Y que pensabas? Nos imaginabas juntos? - Pensaba en ti. Por favor, no te asustes! Se me hace raro estar diciéndote esto pero pensaba en ti y en lo que pasó antes de dormir juntas. En la ducha aun tenía la sensación de lo que me estabas haciendo hasta que llegó de comprar el pan. - Te gustó lo que te hacía? - Muchísimo, cariño – su voz temblaba. - Por eso querías quedar conmigo ahora? Para volver a sentirlo? - Cielo, no te voy a mentir y pensaba si volvería a repetirse, pero lo que más quería era estar contigo y saber que estabas bien. A ti te gustó lo que sentías al hacerlo? - Me gustó muchísimo también. Me dio rabia que llegara tu marido. - Y te gustaría repetirlo? - Creo que si. Me encantaba sentir su caricia en mi pelo y en la cara. Me transmitía tantas sensaciones agradables que cerré los ojos centrando mis sentidos en su contacto. Sin apartar la cara de su hombro acerqué mi mano a su brazo y se lo acaricié lentamente. Abrí los ojos para mirarla y ella también los tenía cerrados. Los volví a cerrar para sentirnos. Después de estar acariciando su brazo un rato, acaricié su cuello, su cara, su pelo. Ella acariciaba mi oreja, me hacía sentir escalofríos y acerqué mi cara a su cuello para ...