La casa de la playa (parte 1)
Fecha: 03/07/2025,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: LeslieUnik, Fuente: CuentoRelatos
... siempre debería tener la última palabra, o al menos debería parecer que fuese así, por lo cual no era algo habitual que yo le negara sexo.
Sin embargo, la situación actual era un poco diferente. Aunque ya no se escuchaba ningún ruido de los chicos, y la oscuridad cubría casi todo alrededor de la piscina, al principio dudé en acceder a su petición pues sabía que no estábamos completamente solos aquella noche.
—¿Quieres ir a la habitación amor? —pregunté tímidamente, preocupada por tener más de un par de ojos sobre mí cuerpo desnudo mientras hiciéramos el amor.
Mi novio sin embargo me miró con un gesto de desdén, decepcionado por mi aparente genuina modestia. Sus ojos se dirigieron por un segundo hacia la última habitación, donde momentos antes habían estado trabajando aquel par de chicos; sólo para clavarlos nuevamente en mí de manera inquisidora.
—¡No seas tonta! —reprendió mi novio—. ¿Para qué quieres una casa en la playa, sino puedes coger al aire libre cuando se te antoje? ¿O acaso crees que los futuros dueños dejarían de coger sólo porque sus sirvientes se encuentren en la casa? —preguntó obscenamente en forma retórica, con una sonrisa de lujuria en su rostro—. Así que ve acostumbrándote chiquita, porque cuando tengamos nuestra propia casa de playa también tendremos muchos sirvientes a nuestro alrededor —concluyó en tono de broma.
Su argumento me dejó sin palabras, pues aún con los estragos del alcohol la lógica de mi novio era perfectamente válida. ...
... Habíamos llegado hasta ese remoto lugar, en aquel caluroso día, con el único objetivo de disfrutar de un poco de intimidad al aire libre. No existía razón alguna para que un par de simples obreros, nos privaran de algo por lo que ambos habíamos trabajado tanto; que nosotros merecíamos por derecho.
Por otro lado, el morbo que me provocaba saber qué tan sólo unas horas antes había sido observada con deseo por aquellos dos desconocidos; había dejado en mí un extraño cosquilleo difícil de explicar. Definitivamente estaba muy excitada y con ganas de fornicar. Sonreí sin tener nada más que objetar frente al razonamiento de mi novio (después de todo era un gran abogado), dispuesta y ansiosa por la oportunidad de tener sexo al aire libre.
Condescendientemente, me dejé caer en sus brazos, premiándolo con apasionados besos, que viajaron lentamente desde sus labios hasta su velludo pecho.
Aun cuando mi lengua se encontraba levemente adormecida, pude saborear sobre su piel, el salado sabor que la cerveza y el sudor habían dejado. Como un reflejo apreté suavemente mis labios, procurando sujetar varios de sus gruesos cabellos pectorales con el fin de tirar de ellos levemente con malicia.
—¡Pendeja! —exclamó mi novio, con un gesto de dolor al sentir mis perversas caricias sobre su torso.
Pero sus protestas no me harían desistir, sino todo lo contrario, me alentaban aún más. Por lo que siguiendo con mi jugueteo me concentré en la sensible área de sus pezones; mordisqueándolos ...