La casa de la playa (parte 1)
Fecha: 03/07/2025,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: LeslieUnik, Fuente: CuentoRelatos
... lengüetazos que le seguiría regalando, intentando maximizar su erección. Sabía delicioso, como si se tratase de una suculenta paleta de hielo durante el más ardiente día del verano; al menos lo segundo era cierto.
Me detuve por un momento en el tallo de su miembro, donde dos peludas bolas colgaban campaneando, golpeándose entre ellas; el punto preciso donde decidí colocarle otro provocativo beso. Era imposible evitar el cosquilleo que aquellos gruesos y ásperos cabellos púbicos provocaban en mi rostro. Apreté mis labios tratando nuevamente de retener la mayor cantidad de ellos; sólo para liberarlos uno a uno con un pequeño pellizco que se reflejaba en el rostro de mi novio con dolor.
Una vez que todos esos cabellos fueron liberados, procedí a colocar mis labios alrededor de la cabeza de su pene; y siendo este de un tamaño 'promedio', no tuve problemas para introducirlo completamente dentro de mi boca. Lenta y suavemente masajeaba con mi lengua cada centímetro de aquel suculento miembro viril. Deteniéndome únicamente para levantar la mirada buscando ver el rostro de mi amado.
Él sonrió satisfecho con la imagen de su novia arrodillada frente a él, devorando su miembro vorazmente; “¿qué otra cosa podía él desear en ese momento?”, me apresuré a pensar.
Y en medio de un extraño gesto, mi novio levantó su brazo derecho sosteniendo en la mano su botella de cerveza dejándome intrigada. Daba la impresión de que él estuviera dirigiendo un saludo a alguien que se ...
... encontraba distante; o, mejor dicho, que estuviese realizando un solitario brindis con algún imaginario compañero de juerga.
Un extraño escalofrío recorrió todo mi cuerpo quedando totalmente paralizada, al tiempo que mis ojos se abrían como un par de enormes platos que reflejaban el terror en mi interior. “¿Sería posible que aquel par de sucios obreros nos estuvieran observando en ese preciso momento?”.
Sentí pavor de ponerme en pie y verme obligada a voltear hacia el mismo lugar donde mi novio había dirigido su brindis. Cerré los ojos presa del pánico, aferrándome a aquel pedazo de carne frente a mí, desesperada por introducirlo en mi boca y concentrarme en seguir degustándolo. Incluso llegué a pensar, que mí única esperanza para evitar la humillación que imaginaba, era conseguir que esa sesión de sexo oral nunca terminara.
Irónicamente mi novio podía haber ignorado todas mis caricias previas; pero el terror que me invadió en ese momento junto con la oportunidad de humillar a su novia sólo por diversión, eso definitivamente no lo podía dejar pasar.
—¡Levántate perra! —ordenó jalando bruscamente mi cabello para ponerme en pie, olvidándose de la sesión de sexo oral que tan gentilmente yo le estaba regalando.
Con el nivel del agua a la altura de mi cintura y sin poder presentar resistencia quedé en frente de mi novio inmóvil, resignada a sufrir sus humillaciones. Y en una muestra de perversidad digna de él, con un fuerte jalón arrancó el top que cubría mi pecho para ...