Amor familiar (capitulo 2)
Fecha: 06/07/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Incesto
Autor: cleversex, Fuente: SexoSinTabues30
... abrí la boca y se la puse—. Ahora sí estás lista.
De pies junto a la mesa, la miraba y ofrecía una imagen sugerente, pero diminuta. La respiración marcaba sus costillas y sus pezones apuntaban a lo alto a pesar de sus casi exiguos pechos. Bajé la mirada y observe su vagina casi abierta. Con la yema de los dedos recorrí su torso descendiendo hacia abajo provocándola pequeños gemidos de placer. Sorteé la zona genital y subí por una de sus piernas donde me encontré con el pie que aproveché para besar.
Finalmente, cogí una silla y me senté frente a su maravillosa vagina. ¡Dios! Cómo esperaba este momento. Acerqué la boca y empecé a recorrer con la lengua su línea vaginal. ¡Qué bien sabe! Después de unos segundos me centré en el clítoris. Retraje con los dedos el capuchón y lo deje al descubierto. Hinchado, sonrosado, precioso. Lo agarré con los labios y empecé a succionarlo y casi instantáneamente tuvo el primer orgasmo y su cuerpo se crispó mientras profería incomprensibles gruñidos a causa de la mordaza.
No sé cuánto tiempo estuve comiéndola el chocho, pero fue mucho y no exagero: casi dos horas. Al poco de empezar no pude aguantar más y me levanté, la quité la mordaza y la metí la polla en la boca. A los pocos segundos me corrí, volví a ponerla la bola y regresé a mi sitio dónde continué con mi actividad. Después de un rato empecé a utilizar el vibrador pero solo para estimularla externamente, eso si, cómo no era grueso, se lo empecé a meter por el ano. En esa ...
... función también utilicé los dedos comprobando lo estrecho que era. Os recuerdo que mi hermana es muy pequeñita y todo lo tiene proporcionalmente y su ano no era una excepción, al menos por ahora. En esas dos horas, mi hermana encadenó orgasmos continuamente y su vagina goteaba fluidos continuamente, aunque al final estaba tan cansada que casi no gemía. Pensé que ya era el momento y empecé a desatarla. La quité la mordaza y cogiéndola en brazos la llevé a la cama y la deposité con suavidad sobre ella. Estaba cómo muerta y se dejaba hacer, aunque así llevaba todo el día. La separé las piernas, me puse un condón, la lubriqué, me tumbé sobre ella y la penetré con cuidado. Poco a poco me fue entrando y cuándo ya tenía algo más de la mitad dentro empecé a follarla pausadamente. Mi hermana se puso cómo loca con los gemidos y los gritos disparados. Quería saborear el momento y no perderme nada. La observaba detenidamente el rostro sujetándola por la nuca: mi hermana es muy manejable.
Nuevamente encadenó varios orgasmos hasta que finalmente la abracé con fuerza y me corrí mientras emitía gruñidos animales, o algo parecido.
La mantuve penetrada durante varios minutos mientras la llenaba de besos. Finalmente, salí de ella y antes de saltar de la cama la até las manos a la espalda y luego hice lo mismo con sus tobillos.
Salí de la habitación, bajé al salón a por un whisky y regresé sentándome en el sillón. Mi hermana seguía en la misma postura en que la deje. Seguramente se había ...