Amor familiar (capitulo 2)
Fecha: 06/07/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Incesto
Autor: cleversex, Fuente: SexoSinTabues30
... poco la ropa. Sacar a mi hermana de la cama fue laborioso, pero al final lo conseguí, para inmediatamente arrodillarla y meterla la polla en la boca: quería ir más descargado a andar por la sierra. Aunque no la até las manos a la espalda, la prohibí que las usara y mientras chupaba, me agarró las nalgas. Me dí cuenta que la podía ver de perfil en el espejo del armario y eso me excitó mucho más. Unos minutos después me corrí y en ese momento separo su rostro para recibir el disparo de semen en la cara. Durante unos minutos estuve restregando mi polla por su rostro lubricado mientras ella, con los ojos cerrados se mostraba complacida.
Después de que se aseó, se vistió y salimos a la calle. Lo bueno que tiene este pueblo, una de las muchas, es que salen muchas rutas de senderismo. Estuvimos toda la mañana y algo embarrados regresamos a la casa. Abrimos unas latas para comer e inmediatamente subimos al dormitorio dónde me la follé sin contemplaciones. Fue enérgico, furioso, muy duro. La cogí desde atrás y mientras la tiraba del pelo la daba azotes en el trasero. Gozó cómo una perra y gritaba sin parar por los orgasmos y por los azotes. Finalmente, cuándo estaba a punto de correrme, la giré y se la metí en la boca llenándosela de semen.
Después de ducharnos, y con la polla un poco inflamada por la actividad, salimos hacia la estación para coger el tren y regresar a casa. ...
... Estaba abarrotada de excursionistas cómo era habitual un domingo por la tarde. A pesar de la avalancha, conseguimos un asiento y después de sentarme, Marina se sentó sobre mis piernas.
—Quiero que todo sea así siempre, —me dijo después de un rato de viaje.
—¿A qué te refieres? —la pregunté con una sonrisa para ponerla en un compromiso. Con tanta gente la confidencialidad era nula.
—No seas tonto: ya sabes a que me refiero.
—Pero ya sabes que por el momento no es posible, —la susurré al oído.
—Pues no quiero.
—Pues no hay otra opción y lo sabes. Haremos lo que podamos y de vez en cuando nos vendremos aquí.
—Pues es una mierda, —y después de guardar unos segundos de silencio, añadió en voz casi imperceptible—: en ocasiones desearía que estuviera muerta.
La miré fijamente y apretándola la nuca es señal de cariño la dije también en tono bajo y al oído—: Venga mujer, no seas así.
—¿Que no sea cómo? No creo que tenga que explicarte…
—Claro que no, —la interrumpí— pero no deja de ser mama.
—Hace muchos años que no la veo cómo una madre. Tú tienes otra visión porque no la sufres.
—Posiblemente tienes razón, pero no creas que soy insensible a lo que pasa. También lo veo y me jode la forma en que te trata y de verdad que no lo entiendo.
—Vale, pero…
—No es este el sitio adecuado para hablar estas cosas, —hacerlo al oído y en susurros no lo era.