La casa de la playa (parte 5)
Fecha: 15/07/2025,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: LeslieUnik, Fuente: CuentoRelatos
... el paso de mi baile.
Nuestras caderas se sincronizaron casi de inmediato al ritmo de la sensual y húmeda coreografía. Con mi mano izquierda limpié el agua del muro de cristal, para poder echar un vistazo hacia afuera, hacia donde estaba mi novio parado en el marco de la puerta; masturbándose enérgicamente.
Yo me mordía los labios traviesamente, al tiempo que nuestras miradas se cruzaban. Él me sonrió al verse sorprendido estimulando su pene; era obvio que estaba disfrutando el espectáculo, quizás más que cualquiera de nosotros.
“Disfrútalo princesa”, dijo mi novio sin pronunciar palabra; olvidándose de acariciar su miembro por unos segundos para poder levantar ambos pulgares como señal de aprobación.
Ahora todo estaba claro. Al haber quedado mi novio complacido, con las fotografías que ambos chicos habían conseguido de su hermosa y sensual novia, salomónicamente había decidido declarar un empate otorgando a Pedro y Pablo el derecho a recibir ambos el premio prometido. ¡Esto no podía haber salido mejor!... o ¿tal vez sí?
Repentinamente mi novio cerró la puerta tras de sí, quedando él dentro del tocador. Por un segundo consiguió capturar mi atención, al preguntarme a mí misma con que nuevo jueguito seguiría ahora. Y antes de que otra cosa pasara, mi novio alcanzó el interruptor de la iluminación para apagarla y terminar completamente a oscuras.
—¡Sí! —gritamos eufóricas las tres personas adentro de la ducha.
En total oscuridad, teníamos carta ...
... libre para hacer algo más que sólo ducharnos enfrente de mi novio; por supuesto que no desaprovecharíamos la oportunidad que se nos presentaba. De repente mi cuerpo fue invadido por dos pares de manos, que ávidas competían entre ellas por acariciar cada uno de mis encantos. Mis senos y mi vulva fueron los más solicitadas, sin olvidar, claro está mi apretadito ano.
De vez en cuando, uno o varios dedos llegaban hasta mis labios, sólo después de haber visitado algún otro de mis orificios; permitiéndoles introducirse por mi boca para degustar el sabor de mis propios fluidos corporales, combinado con la savia de aquel par de bellos chicos. ¡Sabía exquisito!
Cada cierto tiempo mi novio encendía la luz por sólo unos segundos, logrando atrapar a ambos chicos infraganti, acariciándome con ambas manos o frotando su miembro contra mi cuerpo. Sólo para él terminar señalándonos con su dedo acusador, fingiendo estar reprendiéndonos antes de volver a apagar la iluminación.
Estuvimos en esa morbosa situación por unos minutos más hasta que mi novio finalmente eyaculó, dejando la luz encendida. Esto me pareció injusto pues yo ni siquiera había tenido el placer de sentir uno de esos hermosos y duros penes dentro de mí. Pero antes de que pudiera protestar, mi novio abrió la puerta del tocador, indicándonos que era hora de ir a la recámara para continuar con nuestra pequeña orgía.
—¿Se van a quedar ahí? —preguntó mi novio en forma retórica en evidente estado de ebriedad.