1. Jamal de carne y hueso. Leonor


    Fecha: 26/07/2025, Categorías: Hetero Autor: Eric Salazar, Fuente: TodoRelatos

    ... atrás, de manera que mi erecta polla, se deslizaba entres sus cachetes haciendo el movimiento de follar.
    
    - Métemela ya cabrón, no me hagas sufrir así, ahora que me has dejado el coño bien abierto, te toca llevármelo. Vamos fóllame.
    
    - ¿Eso quieres? Pues eso es lo que vas a tener.
    
    Sin mediar palabra, me enderecé y mientras mi mano izquierda se deslizaba por el lateral de su cintura, con mi mano derecha, apunté mi ariete en la entrada de su cueva y de un brusco movimiento de cadera, la enterré casi hasta adentro.
    
    Un grito, mitad dolor y mitad sorpresa, salió de su boca justo antes de apretar sus dientes y agarrarse con fuerza al tablero de la mesa de pino.
    
    Le di un sonoro cachete y le dije:
    
    - Prepárate que ahora mando yo.
    
    La mano había sujetado mi polla, subió hasta su melena rubia y cogiéndole parte de ella, forcé su cabeza para que la volviera. Quería verle la cara antes de darle la follada de su vida. Su cara era todo vicio. Sonreía pensando en lo que se le venía encima. Y no era para menos. Le dejé que volviera la cabeza y cuando la tuvo mirando para adelante, le tire aún más del pelo para que forzara su cuello para atrás. Ahora sí que estaba como una yegua esperando a su semental.
    
    Comencé a embestirla, ganando fuerza y velocidad a cada empujón, hasta dar todo lo que podía de mí. Comenzó a gritar y en menos de un minuto estaba teniendo un orgasmo que le hizo temblar las piernas.
    
    - Para un poco que descanse que me acabo de correr. - Me dijo ella con ...
    ... cara de sufrimiento.
    
    - No. No voy a parar, relájate y disfruta. Vas a experimentar el nacimiento de una multiorgásmica.
    
    Bajé un poco el ritmo, pero no paré.
    
    Seguí bombeando muy profundo, sacándola casi entera y metiéndola hasta que mi pubis chocaba con sus nalgas. Ella apretaba los dientes y en menos de cinco minutos su vagina volvió a estrujar a su invasor. Estaba teniendo un nuevo orgasmo.
    
    - Ohhhhh. Me estoy corriendo otra vez. Dios que fuerte. Siiiiii. No pares de follarme, sigue.
    
    - Ves, como no molesta. Solo hay que seguir un poco más y puedes seguir corriéndote todas las veces que quieras.
    
    Yo empezaba a notar que estaba llegando mi hora. Si seguía a ese ritmo, no tardaría en correrme.
    
    - Si seguimos así me voy a correr pronto. - Avisé a la recién nacida multiorgásmica.
    
    - Pues vamos a cambiar de postura, déjame montarte.
    
    Paré en seco y soltando a mi presa me aparté de ella. Leonor cogió su toalla y la echo en un rincón al lado de la mesa donde había arena.
    
    Túmbate, me dijo señalando la toalla. Así lo hice, sin perder ni un segundo se puso encima de mí y sujetando mi polla con una mano y apoyando la otra en el pecho se dejó caer, ensartándose en mi polla. Se mordió los labios y llevó su otra mano a mi pecho, empezó a subir y a bajar de manera exagerada, recorriendo toda la longitud de mi falo, sacándolo casi hasta afuera para sentarse y engullirlo todo en un solo movimiento. Estábamos en esas cuando a nuestra derecha apareció un hombre de unos ...