Jamal de carne y hueso. Leonor
Fecha: 26/07/2025,
Categorías:
Hetero
Autor: Eric Salazar, Fuente: TodoRelatos
... obstáculos por zonas que íbamos a preparar y a Juan Pedro le pareció perfecto.
- Vamos a preparar un circuito de alto nivel. Hay que darle bombo a esta prueba y hacer una carrera única en Andalucía. - Dijo Juan Pedro ilusionado.
- Eso espero socio.- Le dije chocando las manos.
Ya eran las tres y media de la tarde y yo tenía un buen rato de coche hasta mi casa. Como dos horas en la furgo de mi padre.
Nos despedimos del dueño dándonos la mano y mi amigo con toda la confianza del mundo le dijo:
- Apúntamelo en la cuenta Javier.
Cuando salimos del restaurante, recorrimos los cien metros que nos separaban del coche de mi amigo, le dije:
- La próxima invito yo ehhh.
- jajajjaja. La próxima será en el restaurante de tus padres. Pagarán ellos. Y lo sabes...
- jajajjajaj. Puede que estés en lo cierto. - Le respondí sabiendo que tenía razón.
Me gusta comer con mis amigos en el restaurante de mis padres y así ejercer de anfitrión.
Nos subimos al coche y volvimos hacia su negocio, que abría por la tarde también. En estas fechas de temporada baja, los fines de semana hay que aprovechar con los turistas, ya que la gente de la zona prefiere clases particulares y entre semana cuando casi no hay gente ni en el agua, ni en la playa. Aparcamos en el paseo marítimo cerca de la escuela, nada más entrar en la playa pudimos ver un grupo de tres chicas que estaban esperando en la puerta de la cabaña de madera.
- Venga que ya tienes gente. A trabajar señorito.
- ...
... Trabajar, trabajar, sí, sí. Con un poco suerte y otro poco de salero, a alguna de esas tres sí que me la trabajaré esta noche. - Me respondió con una actitud de cara dura total.
Llegamos justo hasta donde estaban las chicas y allí ya tocó despedirse. Nos chocamos y nos dimos un abrazo.
- La próxima vienes tú a hacer el recorrido de la carrera.
- A comer a casa de tus padres. - Me dijo mi amigo con guasa.
- Y donde vamos a comer mejor que allí. Paella de mi madre.
- Cuídate socio.
- Lo mismo digo. Chao.
Nos dimos un abrazo, chocamos y entonces me di media vuelta y comencé a andar por la arena mientras oía de fondo las risas de las chicas. Mi amigo tenía el don de alegrar a todo el mundo, aunque a veces se aprovechaba de ese salero andaluz para conquistar a cualquier ingenua turista.
Me monté en mi furgo y cruzando por en medio del pueblo, salí a la autopista, que pasando por Tarifa y Algeciras enlazaría con la autopista por la que había venido. Volvería bordeando la costa. Se tarda un poco más, pero los paisajes merecen la pena. Casi siempre que voy a Conil, vuelvo por allí. Esta vez volvía a casa pronto. Eran las cuatro de la tarde y tenía tiempo de sobras, esa noche no trabajaba en el Odissey y no tenía horario que cumplir.
Paré en una gasolinera y se me ocurrió una idea. Porque no buscar una cala nudista. Me apetecía sentirme en libertad después de pasarme toda la mañana enfundado en mi neopreno. Saqué mi móvil y busqué una playa nudista cerca de ...