1. Compartiendo a su hija


    Fecha: 28/07/2025, Categorías: Incesto Intercambios Sexo con Maduras Autor: Veronicca, Fuente: SexoSinTabues30

    ... quedarse a dormir durante unos días.
    
    Resultó que la zona donde tenía que trabajar estaba bastante alejada de cualquier ciudad donde hubiera hoteles para quedarse, y debido a la escasez de lugares para poder dormir, me contó que al llegar, uno de sus compañeros de trabajo le dijo que podría dormir con él en una habitación que tenía alquilada, ya que se había separado hace unos meses y se había tenido que ir de casa, y aquí es donde empieza esta historia que demuestra que ningún sueño es imposible, si la suerte o el destino se cruza en tu camino y tal como me la contó mi marido la expreso con sus propias palabras:
    
    “El compañero de trabajo que me había permitido dormir en la habitación que tenía alquilada, me aclaró que durante esa semana le había tocado quedarse con su hija, y que si no me importaba, él dormiría en una cama con ella y yo en la otra cama, y aunque supusiera una pérdida de intimidad para todos, si a ellos no les importaba, no iba a poner yo pegas ahora, después del favor que me hacía, así que le dije que no tenía inconveniente y que bastante hacía con dejarme dormir allí.
    
    Por otra parte, yo no sabía qué edad tendría su hija, pero supuse que sería pequeña y me pareció normal que ellos compartieran la misma cama, ya que eran padre e hija, y tampoco se me pasaba por la cabeza que se dieran situaciones raras, a pesar de comprobar luego que la cría ya había empezado su desarrollo.
    
    Ya por la noche, después del trabajo, nos fuimos a tomar unas cervezas en ...
    ... el bar de abajo, mientras esperábamos que llegara su hija, que lo hizo al poco rato, dándole dos besos a su padre al llegar, que después me la presentó, quedándome sorprendido porque no era tan pequeña como yo pensaba, sino más bien, una preciosa nena morena y delgadita, con una larga melena que casi cubría su cara, destacando unos preciosos ojos:
    
    —Esta es mi hija, se llama Elena.
    
    —Encantado, Elena, eres muy bonita. Espero no ser una molestia para vosotros —le dije mientras le daba dos besos yo también.
    
    —No pasa nada, si mi papá lo decidió así…., serán unos días solo —me contestó sonriente, muy resuelta
    
    Cuando subimos a la habitación, yo me sentí un poco incómodo, porque era una habitación bastante pequeña con dos camas y no sabía si cambiarme de ropa allí delante de esa cría, de lo que se dio cuenta mi compañero, que me dijo:
    
    —Tú no te preocupes por nosotros. Ella está acostumbrada a verme a mí desnudo y no se asusta ya.
    
    Así que de espaldas a ellos, me quité la ropa y me puse el pijama. Luego me metí en la cama, desde no pude evitar fijarme en como la hija de mi compañero se desnudaba y se ponía su pijama, un pantalón cortito ajustado y una camiseta bastante fina en la que se le marcaban los pezones al no llevar sujetador, algo que resultó turbador para mí, pero intenté disimular, ya que no quería que su padre se molestara con mis miradas.
    
    No sé si por la situación tan extraña que se estaba dando o por ser mi primera noche allí, me estaba costando un poco ...
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