1. Compartiendo a su hija


    Fecha: 28/07/2025, Categorías: Incesto Intercambios Sexo con Maduras Autor: Veronicca, Fuente: SexoSinTabues30

    ... de trabajo dormirme, por lo que pasada casi una hora y cuando ellos debían de suponer que yo estaría durmiendo, pude escuchar claramente la siguiente conversación:
    
    —No hija, hoy no podemos, que está mi compañero en la otra cama y puede vernos.
    
    —Sólo un poco, papá, que él está dormido ya y no se va a enterar.
    
    —Está bien, pero despacito, ¡eh¡, no se vaya a despertar.
    
    A mí me sorprendió bastante esa conversación, ya que no podía creerme que se estuvieran refiriendo a lo que mi mente calenturienta ya se estaba imaginando, así que seguí haciéndome el dormido, escuchando como se movían en su cama, percibiendo unos gemidos que intentaban acallar, hasta que pude ver en medio de la oscuridad, como la hija de mi compañero se ponía encima de su padre y empezaba a moverse, pudiendo verlos con más claridad en los momentos en que algún coche pasaba por la calle e iluminaba brevemente la habitación.
    
    Enseguida la niña empezó a gemir más fuerte, lo que su padre intentaba acallar poniéndole la mano en la boca para que yo no pudiera oírla, pero su ritmo se hacía cada vez más rápido y el propio gusto que debía sentir él, hacía que acompañara a su hija en esos gemidos, hasta que al final escuche un grito más fuerte de Elena y las palabras de su padre diciéndole que se iba a correr ya, que se saliera y se sacara la polla del coño.
    
    Ver a esa cría encima de su padre, jodiendo con él, apenas a dos metros de mí, era lo más fuerte que había visto en mi vida, y aunque no podía ver muy ...
    ... bien como la polla del padre estaba metida en el coño de su hija, cuando se la sacó Elena, si pude ver su polla todavía en erección, que ella sujetaba con una mano mientras él se corría, en una escena que me tenía completamente empalmado y a punto de la masturbación.
    
    Después de eso, se calmaron un poco, pero continuaron hablando entre ellos unas palabras en voz baja que no pude entender muy bien, hasta que se quedaron en silencio, dormidos los dos, lo que yo aproveché para masturbarme porque con la excitación que tenía, no podría dormirme en toda la noche y al día siguiente teníamos que madrugar para ir a trabajar.
    
    Cuando sonó el despertador, nos levantamos para ir al trabajo y por supuesto que no le comenté nada a mi compañero y actué de un modo normal, por lo que él creo que no sospechaba nada, pero no podía quitarme de la cabeza lo que había visto la noche anterior, aunque la situación empezaba a ser un poco incómoda para mí, porque no sabía muy bien cómo debía actuar, ya que no tenía la suficiente confianza con mi compañero como para hablar de lo sucedido.
    
    Al llegar la noche y volver a la habitación, estábamos bastante cansados y enseguida nos metimos en la cama, con mi compañero y su hija nuevamente en la cama de al lado, volviendo a escucharles al poco rato sus conversaciones, de las pude entender esto:
    
    —Ya estás con mi polla, hija….
    
    —Es que me gusta mucho y ya la tienes dura, jaja.
    
    —Claro, teniéndote aquí conmigo, siempre se me pone así.
    
    —¿Me dejas ...
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