Madre e hijo. Momentos de placer (2)
Fecha: 05/05/2024,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: afroditayapolo, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
... fotografías en su celular y comenzó a mostrar todas las fotos en donde me encontraba completamente desnuda en diferentes poses provocativas, tanto de pie como sentada en una silla, claro está que Carlos ya había encendido la grabadora del celular.
–¡Qué rica hembra Carlos! Puuuuucha, se le ve deliciosa a esa puta amigo. Miren ese ojete tan impresionante y tan hermoso a la vez –dijo Matías.
–Miren esas tetas, esos pezones que provoca chuparlos hasta el cansancio, parece una zorra compadrito –agregó Raúl.
–Oye Carlos, ¿no las habrás copiado de una página porno? Porque te digo mi hermano, esa ramera está de campeonato, muy buenos polvos me echaría con ella, ese coño donde se pueden ver sus labios y su clítoris es un bocado para cualquiera –dijo Bruno.
–No muchachos, a esta puta yo me la estoy comiendo, ¿por qué habría de mentirles? Parece una meretriz ¿no? Pero si la vieran en la calle con su esposo y sus hijas, ni creerían que es una zorra, pero en la cama aúlla como una hembra desaforada… cambiando de tema muchachos ¿qué les parece si el sábado nos encontramos en mi casa, nos tomamos unas cervezas, almorzamos y nos damos un buen remojón en la piscina. ¿Están de acuerdo?
–Bacán Carlitos, allí estaremos –respondieron los amigos de mi hijo.
Al regresar a casa mi hijo me dejó escuchar los comentarios que sus amigos y él platicaban sobre mi cuerpo. Me parecía increíble que mi cuerpo excitara tanto a unos mocosos como ellos, me sentía halagada, arrecha, toda una puta. ...
... Ansiaba que fuera sábado ya para recibir la visita de los amigos de mi hijo.
Llegó el sábado, tan anhelado día. Los amigos de mi hijo fueron llegando uno por uno a nuestra casa como alrededor de las 11.00 de la mañana, me saludaron con un beso la mejilla. Yo estaba vestida con un polo de algodón blanco y un pantalón leggins azul marino que se ceñían a mi cuerpo y sandalias bajas negras donde podrían apreciar mis hermosos pies con las uñas de los dedos color rojo carmesí, como se dice algo casual. Claro que yo podía notar que los amigos de mis hijos se les iban los ojos al ver mi cuerpo.
–Bueno muchachos vamos a la piscina porque aquí está haciendo mucho calor –les dijo mi niño cuando ya estaban todos reunidos en la sala tomando algunas cervezas.
–Sí chicos, pasen a remojarse a la piscina que el agua debe estar riquísima con el calor que está haciendo –les dije animándolos– yo les aviso cuando el almuerzo esté listo.
–Ok doña Gloria, pero antes de almorzar tiene que darse un chapuzón con nosotros ¿eh? –me dijo Bruno el amigo de mi hijo que desde que llegó no soltaba la mirada a mi cuerpo.
–Claro que sí señora, nosotros no solamente hemos venido para pasarla bien, sino que usted también tiene que disfrutar de este día –me animaba Raúl mirándome a los ojos con una mirada lasciva.
–Venga un ratito con nosotros a la sala para tomarnos una cervecita que estamos seguros que le va a caer a pelo –dijo Matías alcanzándome un vaso lleno de cerveza.
Enseguida me senté con ellos en la ...