El seductor (parte 1)
Fecha: 23/09/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: tunovio, Fuente: CuentoRelatos
... deuda… -le dijo volteándolo a ver, mirándolo con firmeza.
Andrés, decepcionado, no tuvo palabras para responder, y tuvo que aceptar las condiciones. Después de todo, todo esto era su culpa.
Segundo día
Al día siguiente, Carla se despertó sintiéndose algo ansiosa. Tomó una ducha caliente, se quedó sintiendo el agua masajeando su cuerpo, como si fueran un par de manos recorriéndola toda. Por un brevísimo instante no pudo evitar pensar que fuesen las manos de ¿Francisco? las que acariciaban su piel. De inmediato cerró la regadera y se dispuso a salir.
La pareja bajó al restaurante del hotel para desayunar. Al menos podrían pasar un rato tranquilo juntos y distraerse de todo lo que estaba pasando. Sin embargo, la pregunta tarde o temprano tenía que llegar…
-Y… ¿A dónde te dijo que irían esta vez? -preguntó Andrés.
-Me dijo que iríamos a cenar a uno de los restaurantes del hotel. Eso uno bueno, no está mal -le respondió Carla sonriendo.
-No me digas que lo estás disfrutando -le reclamó Andrés.
-Te recuerdo que tú me metiste en esto y sí la comida está rica, sí, lo disfrutaré, al menos la cena valdrá la pena -las palabras de Carla eran duras, pero lograban tranquilizar a su esposo.
La tarde llegó, y Carla nuevamente se preparó para su “cita”. Se puso un vestido negro, un poco más elegante, con un lindo escote. Miró su anillo de casada en el espejo, y no pudo evitar pensar lo irónico de la situación. Estaba usando toda la ropa que tenía planeado usar con ...
... su esposo, todo para verse con otro. Y no solo eso, cualquiera pensaría que ellos eran pareja. Lo encontró divertido, y se propuso a bajar.
Nuevamente, Andrés despidió a su esposa, viéndola irse hacia Francisco. Se saludaron con un beso en la mejilla, como si se conocieran de más tiempo. Vio como aquel hombre se llevaba a su mujer tomándola de la cintura. Nuevamente, se fue al bar para intentar matar el tiempo lo más rápido posible.
No solo la cena había estado deliciosa, sino que la conversación que Carla tenía con Francisco era aún más interesante que la anterior. Serían sus temas de conversación, o el hecho de que él coqueteaba con ella de manera un poco menos discreta. Fuera lo que fuera, ella se sentía más segura y en confianza con ese desconocido y más atraída, aunque quisiera negarlo.
-Eres muy hermosa, no creí que fueras tan divertida -le elogió Francisco.
-¿Te sorprendí mucho? -le preguntó ella, coqueta.
-No lo negaré -le respondió con un guiño.
Terminaron la noche y salieron del restaurante. Francisco puso su saco sobre los hombros de la joven, y aprovechaba la ocasión para abrazarla y acariciar sus hombros con suavidad. Como las reglas indicaban, ambos fueron hasta la habitación de él, 567. Allí se despidieron, esta vez Francisco tomo a Carla de su mejilla, con dulzura, y se acercó para besar la otra; no pudo evitar sentir mariposas.
Carla volvió con su esposo, que de nuevo estaba ansioso por saber lo que había pasado. Ella le contestó que la ...