1. Es mi responsabilidad reemplazar al jefe


    Fecha: 24/09/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Blue Planet, Fuente: CuentoRelatos

    ... del daño moral que eso me provoca me tranquiliza ver con la naturalidad que ella se lo toma. Cuando se levanta y parece irse hacia el pasillo, quizás rumbo al baño o tal vez a su habitación dando así por terminada la sesión de sexo pero, se queda parada y se gira hacia mí, parece que espera a que la siga. Ya no se puede volver atrás y nada de lo que haga a continuación lo va a arreglar, me levanto y sigo sus pasos. Se para en la puerta de una habitación y entra echando una mirada hacia mí y con una sonrisa en su boca.
    
    Tras entrar cierro la puerta, en la habitación se nota que no pertenece a nadie debido al olor a humedad y las cajas en el piso, pero eso es lo que menos me importaba en estos momentos. La seguí con la mirada mientras se sube a la cama como si fuera una gatita, me muestra su trasero en esa postura y lo mueve de lado a lado, parece que me está invitando a que me acerqué un poco, esta era otra mujer a la que conocí hace unas horas.
    
    Con pasos cortos me acerco al borde la cama, hundo mi cara en su trasero y empiezo a lamer su sexo, escucho los primeros gemidos y le doy algunos mordiscos en sus nalgas. Con un gesto de molestia me mira, creo que no era mi boca lo que esperaba, me subo a la cama y me voy acercando a ella, agarro mi pene y lo coloco a la entrada de su conchita. Lo froto contra ella de arriba a abajo notando esa humedad que ya genera, lo hundo un poco en su interior, muy poco, lo suficiente para que su ansiedad por ser penetrada aumente.
    
    Lo ...
    ... repito un par de veces, la hago creer que ahora si va a ser penetrada pero vuelvo a frotar de nuevo y al tercer intento, cansada de ese juego echa su trasero hacia atrás provocando que mi pene entre hasta la mitad.
    
    Voy aumentando el ritmo por momentos, sus gemidos se hacen más sonoros e inclina su cuerpo hacia abajo hasta que su cara queda pegada al colchón. Abro con mis manos sus nalgas y veo ese pequeño agujero de su trasero, me pregunto si alguna vez un dedo abra entrado ahí o incluso si habrá practicado sexo anal.
    
    Me excita mucho fantasear con la idea de meter mi pene en ese agujero pero quizás ya sería pedir demasiado. Continuó embistiendo con más fuerza y más rápido. Ella se va echando hacia delante y se deja caer hasta quedar totalmente tumbada boca abajo, acompañó su cuerpo y me tumbo sobre ella.
    
    Veo que está llegando a su orgasmo y empujo mi cuerpo contra su trasero, mis manos buscan esos pechos, los agarro y estrujo con fuerza. Beso su hombro, su cuello y lamió su oreja, sé que está a punto de correr e intento que se sienta acorralada por todas partes.
    
    En ese momento un breve recuerdo pasó por mi mente y recordé su nombre de cuando Pablo me habló de que en la casa lo habían dejado con dolor de espalda durante 3 semanas seguidas…
    
    —Tu pene se siente tan bien… Dameee dameee
    
    —Miriaaammm me corrooo
    
    —Adentro dámelo todoo
    
    En ese momento ella Empezó a aumentar más ese ritmo, ansiosa por sentir mi semen en su interior y no tarde mucho en cumplir sus ...
«12...4567»