La Promesa de Beckett – Capítulo 1 – Isla de noche
Fecha: 29/09/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: Ericl, Fuente: SexoSinTabues30
... pura. Pero Gregory lo tomó como una invitación. La había semi – desnudado estando inconsciente y ahora, en una diminuta tanga blanca dejaba a la vista de su agresor su enorme culo. —Sabes que esto podría terminar rápido —continuó, acercándose a ella, tan cerca que Isla pudo olerlo y sentir sus babas caer sobre ella—. Solo tienes que decirlo. Solo tienes que pedirme que pare… y lo haré. —Mentira —escupió ella, apenas audible. —Claro que es mentira —rio Gregory—. Pero al menos nos divertiríamos un poco. En ese momento, Isla siente las manos de Gregory en sus muslos levantando su culo del suelo, inmediatamente después un lengüetazo sobre su tanga en su zona vaginal. Recorrió con su lengua toda su vagina sobre su tanga como un anfitrión satisfecho. Su lengua iba y venía por cada pliegue, por cada rincón. Luego se detuvo. Arranco con rudeza su tanga dejándola tal y como vino al mundo. Se la quitó. Isla sintió cómo se le encogía el estómago. No por miedo. No solo. Sino por el asco. Por la certeza de que ese no era el primer cuarto donde él hacía esto. Volvió a alejarse. Recorrió la habitación. Pasó por el fregadero, por la nevera sin puerta, por la lámpara de escritorio encendida desde hacía días. Luego se detuvo junto a una caja. La abrió. Sacó una cámara. Gregory colocó la cámara sobre un trípode improvisado. La encendió. Ajustó el lente. —Vamos a dejar constancia —murmuró—. Para que cuando alguien te encuentre, sepa que fuiste hermosa… incluso al final.
Isla pensó en ...
... Beckett.
No como salvador.
Sino como testigo.
Como traidor.
Como promesa rota.
—¿Tienes algo que decirle? —preguntó Gregory, burlón, señalando la cámara—. Al detective que no vino. Al que te dejó aquí.
Ella no respondió.
Gregory se acercó de nuevo.
Su lengua ahora subía por su muslo. Lentamente. Casi con cariño.
—Última oportunidad. Hagamos otro trato, bella…
—¿Otro?
—Esta vez tú eliges qué te quito primero: Elige el agujero.
Isla apretó los dientes, justo cuando Gregory volvía a darse un banquete con sus jugos vaginales.
Gregory usaba su lengua para degustar todo lo que podía de Isla, ensalivando su tersa y blanca piel, desde su espalda hasta sus grandes nalgas, para luego meter su babosa lengua en su apretado ano. Isla gimoteaba con la cara colorada y llena de gotas de sudor, sintiendo como la lengua de ese hombre entraba más y más por su estrecho esfínter y le invadía profundamente.
Isla gritaba por momentos seguidos de inmediato silencio.
—Quítame la memoria —dijo—. A ver si consigues borrar lo que eres.
Gregory río.
Rio fuerte. Rio largo.
Una carcajada que llenó el cuarto como un gas venenoso.
Y mientras él reía, asumiendo su necesidad por ser atendida, tomó con sus manos a Isla por los tobillos y l abrió bien de piernas, todo lo posible, hasta el punto de escuchar los quejidos de ella. Se acomoda sobre ella y comienza a hacer fuerza para introducir su virilidad, hasta lo más profundo.
Isla gritó y gimió un poco más. El ...