Gabriela: Mi primera vez con una mujer… - Relatos Eróticos

Gabriela: Mi primera vez con una mujer…

... espalda, y se agachó para besarle las nalgas. Graciela podía sentir los roces de sus dedos buscando su clítoris y la humedad que manaba de allí abajo. Estaba completamente excitada, era la primera vez una mujer la tocaba y la hacía sentir tan sedienta de sexo, sus movimientos y respiración la delataban y no podía ocultar que estaba loca por sentir mucho más. Lucía se puso de pie, la tomó por las caderas y la llevó hacia la cama.

Se besaron y mordieron, Lucía succionó sus labios. Continuaron tocándose, metiendo sus manos en los lugares más recónditos de sus sexos y paladeando sus fluidos gelatinosos. Lucía le hizo sexo oral, luego Graciela la imitó, hasta que nuevamente se masturbaron mutuamente hasta convulsionar al unísono en un intenso orgasmo.

Graciela, tirada en la cama, completamente desnuda y abierta de piernas, observaba cómo Lucía le comía su rosado y suave coño. Su lengua se movía rápidamente por la punta de su clítoris, succionada con delicadeza haciendo que el cuerpo se estremeciera.

Cuando notó que casi iba a correrse de nuevo tomó el rostro de Lucía para aproximarlo a su rostro y comenzar a besarla. Quería prolongar aquel momento.

Lucía también estaba bastante mojada, su coño brillaba y estaba completamente lleno de aquella espesa lubricación. Graciela le mordió los pezones, mientras que con la mano estimulaba el clítoris de Lucía. Se había terminado la vergüenza. Simplemente, se dedicaban a hacerse sentir bien sin ningún tipo de timidez o ...

... nervios.

De pronto, Graciela se sintió sacudida por unos espasmos que no pudo controlar. Un orgasmo tremendo la invadió, hasta casi hacerla perder la consciencia. Un enorme chorro líquido salió de su sexo en dirección a la boca de Lucía, empapándola por completo.

Graciela no se lo podía creer, había arruinado por completo el momento, había empapado la cama, a Lucía con aquel chorro que había expulsado.

- ¿Lucía, estás bien? — Dijo completamente avergonzada

- ¿Qué si estoy bien…? Claro, perfectamente. Esto no es nada. Es normal, o por lo menos algunas veces ocurre. Lo debes saber. Hay veces que si el orgasmo es muy intenso pasa esto.

Graciela no le respondía, sentía que de su boca no podía salir ninguna palabra, estaba completamente avergonzada.

- Por favor no te sientas mal. Todo es fruto del deseo y la pasión. – continuó Lucía. De hecho, has conseguido que yo también me corriese solamente al ver tu orgasmo.

- Aun así, te pido mil disculpas por lo ocurrido. Te he dejado la cama empapada.

- Me estás pidiendo disculpas por hacerme pasar uno de los momentos más especiales de mi vida. No sigas diciendo tonterías.

Lucía salió y abrió la puerta del baño, y se secó con una toalla. Al rato se volvió a meter en la cama y se abrazó a Graciela.

- Creo que será mejor que me vaya. Sigo siendo una mujer casada...

- Espero que te haya gustado. – preguntó Lucía acariciándole el hombro.

- Me has llevado a un sitio donde no había estado nunca. Ahora necesito procesar ...