Sorpresas en la discoteca - Relatos Eróticos

Sorpresas en la discoteca

... había hecho con Erik? Ella, no lo sabía, pero la estaba dominando sexualmente.

La estaba follando, y haciéndola gemir de placer como nunca antes. Además, tenía una polla grande que la había que gimiese de dolor y de placer. Idania, trato de intentar pasar a la acción, pero Erik no la dejó, haciendo que se corriese de placer, mientras gemía de placer. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemía de dolor. –¡Mmm, Mmm, Mmm! –gemía de placer. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemía de dolor. –¡Mmm, Mmm, Mmm! –gemía de placer la esclava.

Era sexo duro, por lo que, había entendido ellos, por lo que, no fueron dulce o tiernos, sino que les dieron lo que pedían, o bien, lo que ellos entendieron cuando vieron a esa chica desnuda de rodillas.

Erik, le sacó la polla de su vagina, y la dejó caerse de rodillas, mientras, continuaba teniendo un orgasmo, seguido de otro. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemía de dolor. –¡Mmm, Mmm, Mmm! –gemía de placer la esclava.

Momento que Erik, la cogió de los pelos, y le puso la gran polla delante de ella, y con el movimiento de un lado al otro, comenzó a darle pollazos en la cara. Como si fuese una mano dándole bofetadas, pero siendo la polla de unos 30 cm.

Idania, no sabía con exactitud el tamaño de esa polla, pero era descomunal. Ella continuaba corriéndose, mientras le daba pollazos en la cara, poniéndose dura nuevamente, y saliendo líquido preseminal.

Fue cuando, sujetaba por los pelos, haciéndola una coleta, le metió la polla en la boca. Follando su boca cada vez más. ...

... Parecía que se resistía, pero se la sacó y le dio pollazos en la cara, dejándola marcada, y procedió a continuar follándola sin parar hasta que poco a poco, se la metió hasta el fondo, produciéndose un movimiento rítmico que antes no había sentido.

Terminó por correrse dentro de su boca, mientras que Idania, se la trababa todo y lo que n podía se le salía por la boca, corriéndose por su cara y por encima de sus pechos.

Idania, había intentado impedirlo, pero con la otra la mano, le sujetaba las manos. Ella, se rindió ante esa polla, lamiéndola y chupándola, dejándola llena de sus babas y de su saliva.

Momento justo para ponerla a cuatro patas, y cogiéndola de los pelos, iba a metérsela nuevamente. Pero cuando sintió que no era su vagina, sino que era su ano, comenzó a agitarse y a moverse.

–No, por el culo no, que es muy grande y me lo vas a reventar. –dijo Idania.

–No por favor…–dijo ella, pero fue tarde, fue todo tan rápido que se la hincó de golpe, pegando un gemido de dolor como nunca había sentido. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemía de dolor. –¡Mmm, Mmm, Mmm! –gemía de placer. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemía de dolor. –¡Mmm, Mmm, Mmm! –gemía de placer.

Sin embargo, el movimiento se fue haciendo repetitivo y rítmico, haciendo que comenzara a sentir placer. Su vagina comenzó a soltar fluidos vaginales, y a correrse de placer como una puta zorra. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemía de dolor. –¡Mmm, Mmm, Mmm! –gemía de placer la esclava. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemía de dolor. –¡Mmm, ...