Parejas de Conveniencia - Relatos Eróticos

Parejas de Conveniencia

... identificados y sirvieran de referente.

Yo crecí con rabia y contrariamente a lo que se suponía, desarrollé profundas convicciones basadas en el catolicismo. Fui un excelente estudiante y cuando acabé mi carrera de Ingeniería Técnica, me especialicé en instalaciones de conducción de gases y líquidos… me fui a Canadá para hacer un Master y al regresar a España me marché directamente a instalarme en Madrid, lejos de mis padres y de mis hermanos. Allí encontré a Katia y nos casamos.

En estos tres años monté en Madrid, junto a dos compañeros de carrera, una sociedad basada en estudios de viabilidad y ampliación de instalaciones. En la empresa nos comprometimos a involucrar a los trabajadores en el plan de reflotación, inyectar dinero fresco y hacernos con el control de la empresa. Quizás les parezca algo tópico, algo de película, algo rebuscado, pero nada más lejos de la realidad, mi socio y yo formamos un equipo de ganadores, tenemos don de empresa y sobre todo somos muy trabajadores.

En la actualidad poseemos cuatro empresas que suman más de 200 trabajadores y francamente el negocio nos va de cine. En estos últimos años yo no he querido saber absolutamente nada de mi familia. Como les dije crecí con rabia y me desentendí cuanto pude de ella, pero hace unos años me reconcilie de alguna manera porque quise poner orden y nos fuimos a vivir al mismo edificio que estaba mi madre… nos compramos el ático a un precio módico. Lo malo es que mi esposa y mi madre no tienen ...

... feeling y eso es lo que llevo peor, junto con el estrés de que Katia quiere quedarse preñada y me exige un no parar de follar, cuando yo no tengo demasiado tiempo

Hace unos días, mi madre recibió una llamada de su hermana, para pedirme que asistiera a la boda de su hija, mi prima y sobrina directa de mi madre. Nadie podía ir con ella y yo era el último recurso, y la verdad es que acepté en el acto, para serles franco me apetecía saber de ellos y tomarme un relax, que ya me tocaba tras más de dos años sin descanso.

Sabía que mi madre estuvo un tiempo con depresión, sabía que a mis hermanos eran asalariados y no podían ausentarse tanto tiempo y yo hacía dos años que no me tomaba unas vacaciones. En fin, asistiría a la boda y ya se vería cómo iban las cosas por España, aunque debo decirles que últimamente también yo había cambiado sustancialmente, primero porque aprendí mucho de mis trabajadores y segundo porque decidí abandonar una orden religiosa en la que militaba desde la adolescencia, la rabia de vivir en mi familia, a estas alturas ya la tenía muy desdibujada.

Nos dijeron que si queríamos nos podían recoger en el Aeropuerto, pero le dije que no, que nos arreglaríamos bien con mi alemán e inglés para llegar al hotel donde nos alojaríamos. La boda era el sábado a la una del mediodía, pero nos citamos en el hotel, en las afueras de Oldemburgo el miércoles por la tarde. Llegamos al hotel como a eso de las cinco de la tarde, éramos de los primeros en llegar, cuatro días ...