Parejas de Conveniencia - Relatos Eróticos

Parejas de Conveniencia

... pasando mis manos a lo largo de mis piernas, hasta colocar una de ellas sobre el sofá, dejando mis muslos casi totalmente a la vista de Hans…

– ¿Te gustas mis piernas…? Sé que te has cansado de mirarlas esta noche. – Luego me pongo con mi culo hacia él, y me digo morbosamente – Y mi trasero… ¿qué tal se ve mi culito? ¿Te gusta? …Te has hartado de verlo, pero no has dicho si de verdad te gusta.

– Joder cuñadita. Claro que me fascina. Tienes un culo de lujo… ¡La de locuras que haría yo con el mismo por tenerlo!

Me estaba calentando, por lo que giré hacia él, y me anime a continuar, por lo que comencé a soltar los botones de la blusa, uno a uno, hasta quedarme solo con el sostén y la falda. Mis pechos, sobresalían bajo el pequeño sostén que llevaba, casi minúsculo pero que a la vez realzaba mi busto más de lo necesario. ¡Vamos que casi se me veían los pezones! Le tiré la blusa, y acercándome hasta donde se encontraba, me agache sobre él y le puse mis tetas cerca de su cara y se las restregué aún con el sostén puesto. ¡No me podía creer lo que estaba haciendo!

– Te gustas mis tetas…. Vamos ¿dime si te gustan…? Sé que te he visto mirándolas continuamente... te he pillado siempre que estamos juntos.

– Joder nena a quien no le gustan. – Me dijo casi tartamudeando – Pero, “me gustaría verlos al natural”. Anda preciosa retírate el sostén.

Me quedé mirándolo con actitud de auténtica salida y le conteste…

– ¿De verdad quieres que me desnude…? Ja, ja, ja… estás ...

... pidiendo mucho.

– Venga cuñada nadie lo va a saber. Es un secreto entre ambos… – dijo alborozado.

– Ja, ja, ja… ¡no sabes lo que estás pidiendo! – Pero me encontraba salida como una putita, por ello hice lo que hice – …no debo, pero……. Por esta noche voy a permitirte que me los veas. Solo por esta noche. ¿Pero por qué no me lo quitas tú?

Estaba tan caliente que me mostraba como una putita en celo ante mi joven cuñado. El nervioso, no lo tuvo que pensar mucho, y alzando sus manos, tomó mi sostén y tras desabotonar el lazo posterior dejo caer el mismo al piso. Al momento aparecieron rebotando ante él mis generosas tetas, totalmente desnudas, desafiantes con mis pezones en forma de punta.

– ¡Dios mío que preciosidad! – Exclamo Hans. Quien sin decirle nada las tomó en sus manos y masajeo los mismos, terminando por ponerlo en su boca. Qué locura mi joven cuñado me estaba chupando mis tetas y pezones. Me excite al momento – Solo verlas Hans. No te dije nada de tocarlas, uufff nene… que me haces… tranquilo, que me duelen….

– Oh Katia que generosas tetazas tienes… – Me dijo sin dejar de tocarlos, manosearlo y mamarlos.

Era mi oportunidad, y aprovechado la penumbra de la habitación, me retiré un poco, y continúe con mi striptease, mostrándome sensualmente, realizando unos movimientos cada vez más sexy donde mis tetas zangoloteaban, dejando a mi cuñado con una erección importante. Miraba su pantalón y estaba a punto de reventar. Fui más atrevida y procedí a subir mi falda ...