Parejas de Conveniencia - Relatos Eróticos

Parejas de Conveniencia

... el coño de esa manera… que me voy a correr ohooo.

Luego me di la vuelta y metí su pollón en mi boca, y pronto nos encontramos haciendo un 69, yo sobre él. Le lamía su cabezón, luego, palpe sus enormes testículos. Joder era proporcionado a su tranca. Allí debía de tener almacenado mogollón de semen. ¡Era obvio que era un buen semental!

El seguía comiéndome el coño y, joder qué locura, me lamía el ano (nunca antes me lo habían hecho), su verga me ahogaba, Hans balbuceaba…

– Uff nenita como estas…, “te voy a tener que follar”. Sé que no debo. Pero… te voy a meter mi vergón por ese chochito que tienes… – Me gire, lo besé.

– Hans. ¡Estás seguro de lo que estamos haciendo…! No pretenderás metérmela… – al ver su cara, continúe – ¿serías capaz de follarse a la mujer de tu propio hermano? ¿De verdad me follarías?

– Katia, ahora no respondo. “Estoy seguro que te la quiero meter hasta los huevos”. Mira como me tienes… esto no me lo puedes dejar así… no sabes el dolor de huevos que tengo. – Lo dijo cogiendo su tranca en su mano y mostrándomela – Hoy no te escapas.

– Pero soy la mujer de tu hermano. ¿Aun así quieres metérmela? – Lo decía para calentarlo aún más, consciente de que la palabrería nos excitaba a ambos – ¡Quieres follarme!

– Ahora mismo no me importa nada. Me da lo mismo que seas la mujer de mi hermano o no. “Solo sé que tengo que follarte preciosa”. Tengo que metértela como sea.

– Uff cabronazo, eres un degenerado, quieres meterle toda esa tranca tan ...

... grande a la mujer de tu hermano… y además a pelo para correrte dentro y dejarme bien preñada…

Observé aterrada la enorme verga de mi joven cuñado. La acercó a mi coñito. Hans estaba tan salido que intentó meterla, pero recordé que podía estar ovulando, por lo que lo detuve…

– Espera Hans. No podemos hacerlo “y menos a pelo”. Creo que estoy en mis días fértiles… ¡uff! con la cantidad de esperma que debes tener almacenado en tus pelotas, “seguro que me preñas, chaval”. – Mirándolo – Si lo hacemos… ¡debes usar condón!

– ¿Con condón? Yo nunca he utilizado eso contigo. Ni tampoco tengo condones en estos momentos… – me dijo, algo decepcionado ante mi petición.

Me acerqué hasta donde tenía el bolso, y saque los dos condones que había adquirido.

– Los adquirí en el baño por si las moscas. Estabas tan salido,… aunque nunca pensé en usarlos… pero mira le vamos a dar uso, al menos a uno…

– Eres una pillina cuñada. Pues ¡qué esperas para ponérmelo! Tengo ganas de follarte vamos cuñada, necesito clavarte cuanto antes.

Rasgue el envoltorio de uno de ellos, tomé al condón y procedí a colocárselo, pero… ¡sorpresa, no entraba! La poronga de Hans, era mayor que el diámetro de aquel condón, lo forcé un poco, y al final terminó rasgándose…

– Joder Nene. Se ha roto, no te sirve. Cuñado tienes una polla muy grande. Que vamos hacer, a pelo no podemos hacerlo.

– Joder cuñada. Inténtalo con el otro. Necesito follarte como sea.

Lo volví hacer y ocurrió lo mismo. Me quedé ...