1. Una herencia inesperada II


    Fecha: 14/10/2025, Categorías: Incesto Autor: Viejo Intrepido, Fuente: TodoRelatos

    ... juguetón a mí no me va a importar, al contrario.
    
    A Miguel de pronto se le nublo el juicio, toda su lógica se la robo su “amigo” que reacciono de forma fulminante ante las palabras de Esther, y sin pensarlo dos veces se quitó el pantalón del chándal y luego la sudadera, momento en que ella se abrazó a él metiendo una de sus piernas entre las de Mel y notando por lo tanto la tremenda erección que tenía sin inmutarse lo más mínimo, al contario, le dijo quedamente:
    
    -Abrázame todo lo fuerte que puedas, necesito tu cariño, tu amor, tus besos y quiero que seamos el uno para el otro la persona que nos poseyó por primera vez.
    
    -¿Segura? – pregunto Mel con el poco juicio que le quedaba - ¿No te arrepentirás mañana?
    
    -Por supuesto que no. – contesto ella mientras bajo las sábanas se quitaba el pijama y luego le bajaba a él los calzoncillos – Ahora apriétate a mí y bésame.
    
    No se lo pensó ya más, la abrazo y empezó a besarla como si fuese lo último que iba a hacer en su vida a la vez que sus manos se perdían en la piel de la preciosa Esther acariciándola desde la nuca hasta sus glúteos mientras ella restregaba lentamente su sexo contra el pene de Mel y gemía quedamente. Estuvieron así más de quince minutos, los suficientes para que ambos se pusieran tan calientes como el cráter de un volcán, y entonces ella le dijo que se pusiera boca arriba y se subió sobre el cogiéndole su miembro y poniéndolo en la entrada de su coño completamente empapado. Entonces Miguel la ...
    ... dijo:
    
    -Espera, antes de follarte quiero cumplir una fantasía que tengo desde hace más de cuatro años, desde que teníamos catorce o quince. Me gustaría comértelo primero.
    
    -Ningún problema, - dijo Esther que se volteó y puso su culo en la cara de Mel apretando con sus muslos las orejas y moviendo su pelvis de forma rítmica haciendo que su coño recorriese desde su barbilla hasta su frente. A su vez le cogió la verga y empezó a besársela y a darle lametones con los ojos cerrados y como si de un helado de cucurucho se tratase. – Yo también había tenido fantasías similares contigo, no veas la de pajas que me he hecho pensando el algo así.
    
    Con el fragor de su calentura se habían destapado completamente y estaban tan absortos en darse placer que no se percataron de que la puerta del dormitorio se abría y entraba silenciosamente Ana, que la ver aquel espectáculo erótico, casi pornográfico, se los quedo mirando con los ojos desmesuradamente abiertos, pero sin decir ni una palabra, tampoco sin hacer ningún ruido. Se quedo tan sorprendida que no sabía qué hacer, si intentar marcharse sin hacer ruido, o intentar unirse a ellos, pues lo que estaba viendo la había transportado a un mundo de lujuria desatada y se dio cuenta de que se estaba acariciando su sexo que estaba completamente mojado en cuestión de segundos.
    
    Pudo más su calentura que cualquier otra cuestión, y sin pensárselo dos veces se quitó en un plis plas su pijama, se bajo las bragas que dejo tiradas en el suelo y completamente ...