Carta a mi sumisa - Relatos Eróticos

Carta a mi sumisa

... a un coro de voces que, en tu estado de excitación e intoxicación por drogas, recibías como una cacofonía indescifrable que, sin embargo, marcaba a fuego un mensaje en tu mente: "mereces esto".

Te juro que lo que pasó a continuación no lo hubiera imaginado ni en un millón de años. Pude ver a través de las cámaras de tu casa cómo algunos novios, sentados en el sofá, susurraban al oido de sus novias mientras ambos te miraban bailar y recibir escupitajos y azotes. Un par de chicos empezaron a toquetear a sus novias primero y luego a apartarles la ropa para liberar sus tetas y coños y masturbarlas mientras ellas seguían embobadas mirándote.En un momento dado, las dos parejas se levantaron del sofá y se perdieron por el pasillo, camino de alguna de tus habitaciones.

Pensé que se habían puesto cachondos e iban a follar, pero me equivoqué rotundamente. Ahora sé que he subestimado tu ... no sé cómo llamarlo, ¿tu poder para pervertir?Sé que es una locura, no lo creería si no lo hubiera visto con mis propios ojos, pero, al rato los dos chicos volvieron al salón, llevando a sus novias desnudas y a cuatro patas, enganchadas a una correa y atadas, amordazadas y con la piel cubierta de insultos, igual que tú. Las hicieron ponerse de pie y empezaron a bailar a tu lado, las tres rozando vuestras tetas y culos.Mientras tanto, veía a otros chicos susurrando al oído de sus novias también.

Entonces ya no tuve dudas. Se acercan tiempos interesantes.Hasta mañana, puta.