Grasillas 2: Algo huele raro - Relatos Eróticos

Grasillas 2: Algo huele raro

... quedó un rato observandolo, deleitándose con su cuerpo, antes de hacer nada. Su primer movimiento fueron sus enormes tetas, las tocó y masajeó lentamente, provocando un ligero gemido de placer en su amigo. Rápidamente pasó a los pezones, los pellizcó y chupó, esa última parte lo volvió loco, encantado al notar sus pezones en la boca.

El tiempo pasó y su compañero empezó a gemir, moviéndose y retorciéndose de placer, o eso creía Juan porque lo que en realidad Marcos quería rozarle con su pene para recordarle su existencia, cosa que consiguió cuando su punta tocó el brazo de Juan, congelándolo durante unos instantes. El joven bajó la vista hasta la polla de Marcos y la miró antes de llevar su mano hasta ella, provocandole a su amigo un escalofrío de placer.

Todavía con la mirada puesta en su pene, empezó a masturbarle, fascinado por su tacto, su forma, el cómo se iba mojando la punta con su presemen gracias a su vaivén. Sin darse cuenta, Juan había ido acercando la cara hacía la polla de Marcos, hasta quedar a meros milimetros de esta, embriagandose por el olor que salía de ella. Sin pensar en lo que hacía, respiró hondo para embriagarse con aquel olor antes de darle un beso, lo que provocó un gemido en su amigo.

Esto le provocó una erección, quería que su amigo disfrutará, quería hacerle gozar y lo que primero era un capricho se convirtió en necesidad. Desesperado por obtener más de sus gemidos se metió su pene en la boca, tuvo que abrir su mandíbula cuanto pudo ...

... para poder meterse aquel poderoso glande, intentó llegar más profundo, pero las arcadas se lo impidieron por lo que decidió centrarse en el glande.

Primero su mamada se centró casi en besos y tímidos lengüetazos por fuera, pero no tardó en meterse todo su glande mientras jugaba con su lengua, pasándola por cada centímetro de polla que le entraba en boca. Sentado como estaba le costaba hacer ciertos movimientos, por lo que se arrodilló frente a él como si fuese algo normal y volvió a meterse su pene en la boca mientras con una mano le masajeaba los huevos y con la otra masturbaba el tramo de polla que no había entrado en su boca.

Los gemidos de Marcos aumentaron y se empezó a pellizcar los pezones con una mano mientras le acariciaba el pelo a Juan con la otra. Inconscientemente, cuando estaba a punto de correrse, Marcos agarró a Juan del pelo y empezó a llevar él el ritmo de la mamada, no solo aumentando, también haciendo que su amigo fuese tragando mas y mas de su inmenso miembro.

—Me corro, jodeerrr…

Juan notó como la polla palpitaba al tiempo que grandes chorros de leche llenaban su boca, su primer instinto fue apartar la boca, pero la mano de Marcos se lo impidió, asegurándose de que cada gota de su leche terminase dentro de él. Una vez terminó siguió manteniéndolo allí, Juan se empezó a preocupar, pero fue entonces cuando supo lo que quería, su amigo deseaba que le limpiara la polla tal como él lo había hecho antes.

La idea de tragar semen lo repugnó, pero no ...