1. Mis compañeras de piso liberan a la bestia Cap.2


    Fecha: 25/10/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: MrWilson, Fuente: TodoRelatos

    ... juegos, no pude evitar el contacto con ellas. Por más que intentaba guardar las distancias, ellas estaban siempre cerca de mí, apoyándose en mi hombro, rozando sus piernas con las mías... Yo estaba intentando por todos los medios concentrarme para que bajara mi erección, pero ellas no ayudaban.
    
    —¿Tienes un problema ahí abajo, Mikel? —susurró Elena al rato.
    
    —No hay ningún problema. Siempre estáis igual —respondí, riendo nervioso.
    
    —¿Quieres que te ayudemos? —dijo Mya con su voz profunda.
    
    —Chicas, por favor. Tengo novia. —estallé —Y llevo dos meses sin follar ¡No me lo pongáis más difícil!
    
    Entonces Elena me miró con comprensión. Su tono fue casi maternal.
    
    —Lo siento Mikel, no queríamos incomodarte. Solo queremos que sepas que estamos aquí para ayudarte.
    
    —Si, no queremos que seas infiel. Pero si estás tan cargado, ¿por qué no te tocas? Solo un poco. Nosotras no nos acercamos. Solo... miramos y tú nos miras.
    
    —¿Me estáis diciendo que me haga una paja delante de vosotras?
    
    —Sí, con el agua no vamos a ver nada que no quieras. Y nosotras prometemos no tocarte. Solo observar. —sentenció Elena.
    
    No sabía si eso contaba como infidelidad. No sabía si alguien nos podría ver. Pero sus pezones duros, sus bocas entreabiertas, sus miradas húmedas... me vencieron.
    
    Me empecé a masturbar. Lento. Firme. Con la cabeza gacha al principio por la vergüenza. Hasta que… empezaron a besarse.
    
    —¿Sois lesbianas? —pregunté, atónito, mientras mi polla se ponía como una ...
    ... piedra.
    
    —Solo nos gusta explorar. Y tú… tú nos pones a mil —dijo Elena.
    
    Mya le susurro algo al oído a Elena y ella, con sus ojos fijos en Mikel, deslizó su mano por el vientre de Mya hasta llegar a su entrepierna.
    
    —Joder, me estas poniendo a mil, no me podía imaginar esto.
    
    El brazo de Elena se movía, hundido en el agua, en dirección al sexo de Mya. Mientras la negra sobaba las tetas de Elena y la besaba con pasión.
    
    Me tenían en sus manos. En ese momento hubiera accedido a cualquier cosa que me hubieran pedido. Por suerte, cumplieron el trato de mantenerse a distancia. Lo malo es que usaron todas sus armas para volverme loco.
    
    Todavía entrelazadas, comenzaron a hablarme en voz baja mientras me miraban fijamente. Ellas también estaban perdiendo los papeles.
    
    —Imagina, Mikel, cómo sería tenernos a las dos en la cama contigo —dijo Elena — ¿Te imaginas dos bocas recorriendo tu polla?
    
    —¿Dónde te gustaría soltar tu leche, Mikel? ¿En mi boca? ¿En mis tetas? A mí me encanta tragar... —susurró Mya.
    
    Mi mano se movía como si ya no me perteneciera. Las miraba, las escuchaba, y mi polla palpitaba con desesperación.
    
    Elena y Mya continuaron con sus insinuaciones mientras acortaban distancia, podían sentir la cercanía de mi orgasmo, y eso las excitaba aún más.
    
    —Déjanos ver cómo te corres —invitó Mya —sácala un poquito del agua por favor.
    
    Elena se acercó aún más, sus ojos brillando de la excitación. —Vamos Mikel.... enséñanosla, queremos ver cómo te corres.
    
    Yo no ...
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