1. Úrsula


    Fecha: 26/10/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: Cyber Gaoler, Fuente: TodoRelatos

    ... Sin abrir los ojos noto como me desnuda, la mínima túnica sale con facilidad. Con delicadeza, me tumba en el suelo tras la mesa y los bancos. En el suelo hay una cálida alfombra de lana. Sin abrir los ojos, siento como cabalga sobre mí y continúa besando mis pezones y acariciando mi sexo. ¡¡¡Ahhh!!!, ¡¡¡Ahhh!!! Los temblores continúan. Él también se ha desnudado, siento su piel, huelo su sudor…
    
    ¡¡¡Ahhh!!!, ¡¡¡Ahhh!!! Siento algo duro en mi vagina. Comienza a entrar y salir. Me siento húmeda… mis fluidos reducen la fricción.
    
    ¡¡¡Ayyy!!! El miembro que me penetra ha encontrado un obstáculo… Me duele un poco… Pero ahora no puedo parar… Gimo un poco con grititos tímidos. Él empuja cada vez más… Cada vez más fuerte, cada vez más rápido… ¡¡¡Ahhhh!! Siento que me acaba de romper… Ahora ya no hay obstáculo. El miembro penetra hasta muy dentro de mí… Sigue empujando… ¡¡¡Ahhh!!! Siento una sensación cálida, una extraña mezcla de líquidos chorrea desde dentro y cae por mi vulva. ¡¡¡Ahhh!!! siento un calor interno, convulsiono de forma incontrolable, grito sin control…
    
    Abro los ojos, estoy rendida sobre la alfombra. Él está a mi lado, me sonríe, me acaricia…
    
    …………………………………………………..
    
    Despierto desnuda y sola sobre la alfombra. Siento un poco de frío.
    
    Aparece Doña Bárbara… Me da ropa de sirvienta. Fina y lujosa para una sierva, mejor que la que vi vestir a las ayudantes de la cocina.
    
    Me lleva a un pequeño cuarto en la torre. Me informa de que será mi lugar en el castillo. ...
    ... Me informa: puedo moverme libremente por el recinto pero no salir. Me vuelve a amenazar con las mazmorras si intento escapar. Me ofrezco a ayudar en la limpieza, en la cocina… No me lo permite.
    
    Los próximos días exploro el castillo. Sigo ofreciéndome a ayudar en diversos trabajos pero nadie acepta. Todos los días cuando empieza a oscurecer, debo vestir una mínima túnica de seda, me han dado varias, y dirigirme al comedor personal del conde para servirle el vino. Todas las noches ceno opíparamente con él y complazco sus deseos.
    
    Después de la cena y el vino, él me penetra de diferentes formas. Ayer quiso jugar a que yo era una esclava rebelde. No me dejó comer mientras el cenaba. Después, me ató de pies y manos con cordones dorados, sin apretar… Me vendó los ojos y comenzó a darme comida y vino en la boca. Terminó liberando mis pies y colocándome a cuatro patas sobre la alfombra para penetrarme salvajemente desde atrás mientras sujetaba mi pelo y tiraba de él en cada empujón.
    
    …………………………………………………..
    
    En poco tiempo me adapté a mi nueva vida. Tenía mejor ropa y comida que nunca, no tenía que trabajar… Por las noches me dejaba llevar. El conde no me trataba mal.
    
    Logré hacer algunas amigas entre las sirvientas más jóvenes. Pero nunca llegué a evitar que me miraran con desconfianza. Sabían que mi “función” allí era diferente, que tenía privilegios que ellas no podían soñar y, sobre todo, que debían tratarme con cuidado. Una de ellas me manchó comiendo en la cocina y vi ...
«12...91011...24»