1. La cena


    Fecha: 10/11/2025, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Karl058, Fuente: TodoRelatos

    ... fue una sonrisa sino una mirada seria y nerviosa. Miré a mi marido pero él estaba ocupado con el baile. Y las mujeres no se creían lo que estaban viendo, esperando a ver cómo terminaba todo aquello. Y entonces tuvieron la respuesta, porque ella se tumbó de espaldas en la mesa y él la poseyó sin ningún pudor. El calor iba en aumento y a mí el corazón se me iba a salir en cualquier momento. La música había subido de tono, las luces empezaron un juego de colores y todo ello parecía invitar a imitar a nuestros anfitriones.
    
    Volví a mirar a uno y otro lado y vi cómo uno de ellos me miraba los pechos y acercaba su silla hacia mí. En ese momento hubiera preferido que fuera Rob, pero estaba demasiado ocupado con su compañera y eso me daba rabia. En mis sueños lo tenía para mí sola y en la realidad era de otra. El otro se besaba con la mujer de su lado y en ese momento supe que iba a tener sexo con mi compañero, porque mi marido ya se besaba con su compañera.
    
    Los anfitriones habían dejado de bailar y nos enseñaban cómo hacían el amor en todas las posturas imaginables. Sus sexos desnudos excitaban a los hombres y ellos a nosotras. Mientras veía como la anfitriona masturbaba a su marido, sentí la mano de mi compañero encima de mi pierna y en un acto reflejo, la moví hacia él para que me acariciara con más comodidad. Sin dejar de mirarlos a ellos, sentía avanzar su mano hasta que llegó a mi sexo. Entonces puse mi mano encima de la suya, no para apartarla sino para que no la quitara. ...
    ... Era una sensación de libertad total.
    
    La orgía iba en aumento y en aquellos momentos, todos estaban ocupados con sus parejas de al lado. Yo no podía dejar de mirar el miembro de Rob y me hubiera gustado unirme a ellos, pero nadie se levantaba de su silla, aunque algunas mujeres empezaban a sentarse encima de la mesa abriendo sus piernas.
    
    Los orgasmos de las mujeres empezaron a sentirse por encima de los de la anfitriona que, a aquellas alturas, había tenido varios. Yo sentía necesidad de sexo, de quien quisiera acercarse a mí para saciar mi sed sexual.
    
    Me giré hacia el hombre que quería masturbarme, entonces se acercó y me besó, lo cual agradecí porque lo deseaba con ansia. Quería sentir el beso de un hombre que me deseara y eso me excitó mucho más. Estaba dispuesta para él. Pero en lugar de continuar se quedó mirándome y empecé a sentirme muy a gusto con él. No me importaba lo que hiciera conmigo porque deseaba seguir excitada. Supe que mis pechos no iban a tardar en salir a la luz y al cabo de unos segundos su mano se posó en ellos y siguió besándome. Cerré los ojos y lo besé con fruición. Su mano rozaba mis pechos, se chupó los dedos y me acarició los pezones muy suavemente, sin dejar de mirarme a los ojos sin dejar de besarme.
    
    Conforme avanzaba, sentía la incomodidad de la silla y, como si él se hubiera dado cuenta, se levantó me bajó el vestido y, con los pechos desnudos, siguió besándome, acariciándomelos. Mis manos estaban quietas, no sabía qué hacer porque ...
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