Clases Particulares 11 - Relatos Eróticos

Clases Particulares 11

... Ella y las que vengan.

A los cinco minutos llega su madre. Vaya, por los pelos. Lo bueno es que la ventana da al jardín delantero y hemos podido verla entrando con el coche. Está muy cariñosa conmigo. No deja de agradecerme mis esfuerzos. Si tú supieras, pienso, y sonrío falsamente.

La noche en el Velvet transcurre intensa. Mucha gente. Álvaro se arrepiente de no haber abierto la segunda barra. La verdad es que se forman bastantes colas para pedir las consumiciones. Mónica y yo trabajamos a destajo. Cuando nos toca la media hora de descanso nuestro jefe nos sustituye con otra chica poniendo copas. Salimos por la entrada de servicio afuera del local, a pesar del frio. Mónica quería fumarse un pitillo. Acabo robándole uno. Soy fumadora ocasional, de adolescente fumaba más. En casa no puedo fumar, Alex odia el olor.

Estoy un poco molesta. Y no debería. Y eso me jode más. Mi grupete de amigos ha venido como habitualmente. Les he estado atendiendo e invitando a unos chupitos. Faltaba Rober, y me ha dado por preguntar. Ha sido María quien me ha dicho que en el último pub se ha ido con una niña.

Ahora estoy enfadada, y doy caladas compulsivamente al cigarro. Mónica me mira extrañada. Intento tranquilizarme. Estoy celosa, y me fastidia estarlo. ¿Que esperaba? Rober es como es. Nunca tendría una relación con él, es un viva la virgen, no sabe mantener la bragueta cerrada. Y yo tengo novio, una amiga con la que me lio, un alumno con el que también llevo meses, el propio ...

... Rober…no estoy, ni para dar ejemplo, ni para pedir nada. Entonces, ¿Por qué me molesta? ¿Creía que por casi follar el ultimo día, iba a estar solo pendiente de mí? No seas gilipollas Miriam, me digo.

- ¿Estas bien, cariño?

- Si, perdona. Ya sabes…no estoy en mi mejor momento en cuanto a estabilidad emocional…

- Ok, tranquila. Sabes que para eso estoy, ¿eh? Para escucharte y darte buenos consejos, no solo para comerte la boca, ja,ja,ja

- Pues precisamente vamos a ello, que toca bailar y poner caliente al personal – me río y le doy una palmada juguetona en el culo. Mónica me abraza y luego me besa. Entramos de nuevo. Al lio.

Viernes. Descanso. No curro. Toca cena en casa de los padres de Alex. No puedo evitarla. Mi novio está de un humor de perros. No le han convocado con el primer equipo y le toca jugar con el filial. Llevaba jugando casi toda la temporada con los buenos.

Su padre opina que es una medida de presión del secretario técnico. Están negociando un nuevo contrato y hay un tira y afloja entre club y jugador por fijar las cantidades a cobrar. La madre está tan indignada que se olvida de mí y no tengo que aguantar comentarios repelentes. Encima el risotto está espectacular. Tienen un chef particular que viene a prepararles la comida. Está todo exquisito. Y el vino, brutal. Es italiano.Brunello de Montalcino, leo. No lo conocía. Como pasan bastante de mí y no me incluyen en la (monotemática) conversación, lo busco en el móvil: 200 palos la botellita. Ya ...