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Capítulo 10: amistad y sumisión
Fecha: 25/11/2025, Categorías: Grandes Series, Autor: Gregor, Fuente: TodoRelatos
... apretó. Su boca dejó escapar un grito que no era suyo. —¡ME CORRO! —gritó, con la voz rota—. ¡ME CORRO POR TI, AMO! ¡POR TI! ¡POR TI! Mariana apretó los dedos alrededor de su clítoris. Se vino con ella. Sin decir nada. Solo mirándola. Solo viéndola. Pero Claudia no terminó allí. Con el cuerpo todavía temblando, con el plug todavía dentro, se movió. Se volvió. Se tumbó de espaldas sobre la banca, con una pierna extendida hacia abajo, la otra levantada, pasando por sobre el respaldar. Sus tetas pequeñas, firmes, apuntaban hacia el cielo. Su coño estaba rojo, hinchado, brillante de humedad. Su culo, abierto, con el plug todavía dentro, seguía ofreciendo algo que no quería dar. Sus dedos volvieron a su clítoris. Más rápido. Más fuerte. Más desesperados. —¡Me estoy follando con tu plug en el culo! —gritó, con la voz rota—. ¡Estoy follando para ti, amo! ¡Para ti y para nadie más! Mariana apretó la cámara. No podía dejar de mirarla. No podía dejar de grabar. —¡Soy tu puta! —gritó Claudia, con la espalda arqueada, con el culo apretando el plug—. ¡Soy tu puta y me encanta! Sus dedos no paraban. Se frotaba con fuerza, con violencia, como si pudiera limpiarse con el placer. Como si cada gemido fuera una forma de expulsar el miedo. Como si cada movimiento de dedos fuera una forma de sobrevivir. —¡ME ENCANTA SER TU PUTA SUCIA! —gritó—. ¡ME ENCANTA QUE ME VEAS ASÍ! ¡QUE SEPAS QUE ME CORRO PORQUE ERES MI AMO! Su cuerpo se sacudió otra vez. El orgasmo la ...
... golpeó con más fuerza que antes. Más intenso. Más real. Más sucio. Se quedó inmóvil, con la frente sudorosa, con el cuerpo temblando. Con el plug todavía dentro. Con el coño mojado. Con el alma sucia. Y entonces, el llanto llegó. Suave. Callado. Como si no quisiera molestar al mundo con su dolor. Mariana se acercó. Se arrodilló frente a ella. Dejó el teléfono. Le limpió las lágrimas con los pulgares. Y por fin le habló. —Estás bien —le dijo, con voz baja, como si fuera un secreto—. Estás bien, Clau. Ya paso. Claudia se abrazó a ella. Sin ropa. Con el alma sucia. Con el plug todavía dentro. Mariana la abrazó. Con la falda todavía abajo. Con las bragas en el suelo. Se quedaron así por unos minutos. Hasta que el mundo volvió a moverse. Mariana fue la primera en levantarse. Se subió la falda. Se arregló la ropa. Se limpió la cara. Luego ayudó a Claudia a levantarse. Le pasó el vestido. Le ayudó a ponérselo. Le limpió las lágrimas. Y ambas salieron del parque lo más rápido que pudieron. Ninguna dijo nada. Pero ambas sabían que había sido demasiado. Que los gritos de Claudia habían sido escandalosos. Que algunos transeúntes las habían mirado con cara de entender algo que no podían imaginar. Que quizás creían que estaban follando. Que quizás lo preferirían si supieran la verdad. Claudia caminaba con el plug todavía dentro. Con el vino todavía en sus venas. Con el miedo todavía en su cuerpo. Con el recuerdo de Daniel todavía en algún rincón de su ...