Mi hermana, sus amigas y la madre que las parió - Relatos Eróticos

Mi hermana, sus amigas y la madre que las parió

... problema, parece un chico majo.

- Eso, y si es cierto lo que ha dicho su madre, aparte de cocinar muy bien, es un manitas que sabe de electricidad, fontanería, y supongo que de informática. – dijo Lulu jovialmente – Espero que me ayude a formatear mi portátil, que creo que lo he jodido.

- Por cierto, - dije yo un poco cohibido ante las normas que de forma autoritaria nos había impuesto la dueña de la casa - ¿Dónde puedo ver el IP de internet para conectar mi PC?

- Esta en el rúter del salón, - dijo Lulu – pero yo lo tengo anotado en una chuleta y luego te lo llevo a tu habitación junto a mi portátil a ver si puedes ver qué coño le pasa.

Tras llamarla la atención su madre para que no dijese palabrotas delante mío, nos retiramos a nuestras habitaciones, yo esperando a que Lulu me trajese el código y sabiendo ya lo que tenía que hacer con la ropa sucia, por la mañana la bajaría al canasto que había mencionado Lau. No habían pasado ni cinco minutos, cuando Lulu entro en mi dormitorio como un tornado, sin llamar a la puerta y sin pedir permiso, sobresaltándome al pensar que si iba a hacer siempre lo mismo debería cuidarme en ver según qué cosas en el ordenador, y sobre todo no pajearme sobre la cama. Pero mi sobresalto se convirtió en desasosiego pues ella se había cambiado y se había puesto un pijama de verano, con una camiseta de tirantes y un pantaloncillo que más parecía un bañador por lo ajustado y pequeño. Traía en una mano un papelito con el código del IP y ...

... en la otra un portátil bastante destartalado y más bien sucio entregándome ambas cosas junto a una sonrisa encantadora que hizo que yo bizquease, al parecer de forma tan evidente que ella se puso a reír alegremente, y me dijo:

-Ya dice tu hermana que tanto yo como Lola te gustamos un montón, pero hasta hoy nunca me habías dado ninguna muestra de ello. Ha sido muy gracioso como has puesto los ojos al mirarme, ¿De verdad te gusto?

Sin que yo pudiese reaccionar o decir nada, se dio una graciosa vuelta en redondo enseñándome de paso la parte baja de sus glúteos que sobresalían del pantaloncillo del pijama, y sus dos preciosos pechos se bambolearon sensualmente, haciéndome abrir la boca con asombro, y ella, al igual que mi bizqueo lo considero una especie de manifestación de halago por mi parte, volviendo a reír.

-Pero como puedes dudarlo. – pude al fin decir a pesar de mi enorme ofuscación y supongo que evidente sonrojo – Si eres una chica preciosa, seria idiota si no me gustaras.

-Gracias primor, eres un cielo. – me dio un beso en la mejilla muy cerca de los labios y saliendo se volvió desde la puerta y me dijo – Si eres capaz de arreglarlo haz el favor de traérmelo a mi dormitorio, es la segunda puerta a la izquierda, a la hora que sea.

Antes de cerrar la puerta me lanzo un beso con su mano sonriéndome de forma seductora y dejándome de nuevo con la necesidad de volver a cascármela como un mandril, pero ante la posibilidad de que volviese de nuevo, me dedique a ...