1. Remedios: Reme para las amistades


    Fecha: 10/12/2025, Categorías: Grandes Relatos, Autor: UGUI, Fuente: CuentoRelatos

    ... responsable y con autorización de los demás. Quedamos de acuerdo, le pregunté cuando quería venir y con quien vendría. Me dijo que vendría solo, que se llevaría una maleta y que deseaba ya ocupar el piso, que por él mañana mismo. Le comenté que por la mañana tendría el contrato preparado, que se pasara a media tarde por mi casa, y que después yo misma lo llevaría a la vivienda.
    
    Instintivamente iba tejiendo la red para capturar mi presa, ya lo estaba acercando a mi guarida.
    
    Se mostró amable el muchacho cuando llegó a media tarde, en taxi y con una maleta para firmar el contrato. Un tanga de hilo y una camiseta larga de baloncesto eran mi indumentaria. Esa camiseta regalada por un jugador profesional me permitía ir fresca, era como un vestido holgado, mis pechos por las aberturas de las axilas en los laterales, se veían descarados, redondos, firmes, hermosos con el pezón mirando al cielo, como son aún mis pechos. Los de Reme también son hermosos.
    
    Sus bellos ojos parecían dos galaxias lejanas que se acercaban en el infinito espacial. No paraba de mirarme, intentaba disimular las miradas descaradas para convertirlas torpemente en discretas. Yo le provocaba con mis movimientos, al agacharme podía vislumbrar en el interior de la camiseta todo mi desnudo cuerpo, incluso mi tanga que apenas cubría mis labios vaginales y se perdía entre mis glúteos en el culo.
    
    – Iván, mira léete el contrato, lo que tenemos un pequeño problema, las llaves del piso me las tienen que traer ...
    ... de la agencia donde tenía el piso para alquilar, me ha dicho que cuando cierren a las siete me las acercarán.
    
    – Vale, no hay problema, si quiere vuelvo más tarde.
    
    – ¿Qué dices tonto? Que va, tú te quedas aquí, ahora lees el contrato, si tienes alguna duda me preguntas, yo te serviré lo que quieras para beber y te pondré algo para picar en el jardín. Te quitas la ropa y mientras esperamos nos damos un baño en la piscina, que hace mucha calor ¿Entendido señor inquilino? Ja, ja, ja…
    
    – Ja, ja, ja, si me lo pone así ¿Cómo le voy a decir que no?
    
    – Venga pues vamos al jardín.
    
    Sin dejar opción a “me lo tengo que pensar” y a la reflexión, asumiendo siempre el sí, es como mejor preparada dejas a la presa.
    
    Saqué dos cervezas, unas aceitunas y unos snacks. Frente a él dejé caer sensualmente al suelo mi camiseta de baloncesto con la que me cubría. Él aún estaba vestido. Permanecía sentado en la silla y quería ocultar su mirada, sin poder hacerlo. Aprovechaba cuando levantó el vaso para beber gozarme con su mirada.
    
    – ¿Piensas bañarte vestido Iván?
    
    – Ah, sí, ahora me pongo un bañador que llevo en la maleta.
    
    – Iván
    
    – Sí señora
    
    – Ven, acércate a mi
    
    Empecé a ordenar los próximos movimientos que debía realizar la presa. Se levantó y se acercó a mí. Despacio y nervioso.
    
    Seguro que en algunas de sus fantasías sexuales, había circulado por su imaginación, que una señora madura que estaba un montón de buena, empezaba a quitarle la camisa, a desabrocharle el ...
«12...101112...16»