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Remedios: Reme para las amistades
Fecha: 10/12/2025, Categorías: Grandes Relatos, Autor: UGUI, Fuente: CuentoRelatos
... pantalón y sacárselo, quitarle el bóxer, y llevarlo de la mano a la piscina. Una vez en el agua, sin mediar palabra hice prisionera su mirada con la mía. Mirándolo fijamente le clavé una dosis de lujuria a su cerebro, le rodee el cuello con mis brazos y le besé. Mis pechos contra los suyos enseguida fueron abarcados por sus manos, su polla presionaba mi entrepierna buscándose un lugar para cobijarse. Y así me senté dentro del agua a su cipote, y fui metiéndomelo despacio, mientras le susurraba al oído con alientos y besos, palabras guarras de vieja zorra. Jugando y follando en la piscina pasamos la tarde. Una joven presa, una vez cazada, percibe siempre un pronto final, seguro le corría más prisa y le daba más placer salir a contarles a sus amigos el éxito de haberse follado a la madura propietaria del piso. Los jóvenes machos suelen ser ingenuos, no conocen la estrategia, y no saben la que es capaz de montar una depredadora sexual como yo, o como Reme. La verdad que no había agencia, ni las llaves estaban fuera de mi casa, ni las tenían que traer nadie, se vio obligado a pasar la noche en casa porque yo así lo planee, lo de que a la de la inmobiliaria se le olvidó traerlas creo que se imaginó que era falso, pero le satisfizo y dio por buena la excusa, por supuesto durmió conmigo, lo poco que dormimos. Aquella noche la recordó toda su vida, años después en otro encuentro sexual con él, me lo confesó. No volví a follarme a Iván hasta que ya después de la ...
... universidad se casó y me invitó a su boda. Asistí al evento, y como malas putas que somos a veces las mujeres, mi regalo de boda fue acompañado con un polvo que le regalé muy especial, pero eso ya es otra historia. Las mujeres como yo y como Reme, que las hay, no nos enamoramos, nos gusta demasiado controlar y dominar la situación, siempre. El enamoramiento te deja sin defensas, convirtiéndote en presa en vez de cazadora. Por mucho que un amante te haya gustado, no hay que hacerse asidua a su placer, hay que estar tranquila, otra presa vendrá, las depredadoras como yo y como Reme, valoramos tanto o más, la satisfacción que conlleva desarrollar el arte en cazar, que a la presa en sí. Una vez cazada, ya pierde emoción. Tuve una época entrando a los cuarenta, donde debía salvaguardarme mucho, era la época en pleno cambio de preferencias sexuales, estaba cruzando la línea que pasaba de gustarme los hombres maduros, a los jovencitos. Fue ideal este cambio progresivo en mí, ya que corría el peligro de caer en la trampa del enamoramiento. Me estaba viendo ya con demasiada frecuencia con un hombre de avanzada edad que me tenía en aquel entonces en una nube pasional. Hora me rio, pero en aquel entonces lo que más me gustaba de él es que era tremendamente primitivo y a la vez romántico y detallista. Su aspecto era de Neandertal, muy velludo y fuerte. Tenía una polla increíble, más que por larga por su grosor. Su cuerpo ya era como un bastión fuerte para aquella polla increíble. De todos ...