1. Remedios: Reme para las amistades


    Fecha: 10/12/2025, Categorías: Grandes Relatos, Autor: UGUI, Fuente: CuentoRelatos

    ... sujetador me permitió ver sus pequeños pechos puntiagudos en forma casi piramidal, parecían unos pechos aún sin terminar de formar. No tardé mucho en entender el porqué de esos pechos y el de su extraña belleza, mientras le hacía sujetar la blusa bajo el aire caliente del secador de manos, le bajé la falda alertándole que también estaba manchada. Lo hice todo muy rápido, nunca hay que darle opción a la presa de que piense. Fue cuando vi de dónde provenía su exótica belleza, tenía pene. Era una chica con pene, denominadas travestis. Mi coño parecía ya el lago de Bañolas.
    
    A mis casi cuarenta años no me había encalanado aún a ninguna de esas chicas especiales. El morbo hizo acto de presencia y disparó aún más mis artes de seducción. Se mojó tanto la blusa y la falda que era imposible secarla con el seca manos, por lo que le sugerí y la invité a ir a mi despacho en la misma facultad, que siempre hay algo de ropa, para que la sustituyera momentáneamente. Ofrecer una solución a un problema es aconsejable, la víctima se agarra casi siempre a las soluciones ofrecidas, el cerebro las asume como manera fácil de no tener que pensar en encontrar otras.
    
    Su inglés era bastante fluido nos entendíamos bien. De todas maneras no hace falta idiomas que no sean el de las miradas y gestos para estos casos. Entendió fácil cuando le cogí su más que considerable pene con la mano y lo acaricié. Su erección no podía esconder el morbo que también seguramente provoque en ella. Junté mis pezones ...
    ... con los suyos y la bese mientras continuaba acariciándole aquella polla que tenía un encanto especial. Ella correspondió mis besos y se dejó llevar por mí. Era dócil.
    
    La hice estirar sobre la mesa de mi despacho y me dedique largo rato en saborearla, la besé por todo el cuerpo y he de reconocer que piel fina como la suya pocas me había encontrado. Aquellos pechos que se estaban formando hormonados mostraban unos pezones exquisitos ¡Como me gustaban! Me recree en ellos tiempo. Hice que se corriera enseguida antes de que me la metiera dentro de la vagina, aun corriendo el riesgo de que su erección no se mantuviera, pero mis deseos de probar el sabor de su semen hicieron que le aplicara una succión vibratoria a su polla que enseguida hizo que se vaciara en mi boca.
    
    Me senté sobre su polla y empecé las sentadillas a ritmos cambiantes y haciéndole círculos con mis caderas para que su polla recorriera mi vagina entera. Ella me acariciaba los pechos mientras yo me la follaba. Volvió a correrse y lamí las mieles de su corrida mezclada con mis fluidos. Delicioso manjar. Le presté un vestido que guardaba de una alumna, que por talla le quedaba perfecto. A ella le gustó. Le hice dejar su ropa en mi despacho, le dije que la haría lavar y se la devolvería, excusa para asegurarme volver a verla.
    
    Cuando regresamos al salón donde se celebraban los actos, no me dejó ya ni un minuto. Cuando la celebración terminó, me la lleve a casa, y los juegos entre sábanas me hicieron olvidar a ...