1. Mis días en el convento.


    Fecha: 15/12/2025, Categorías: Fantasías Eróticas Hetero Sexo con Maduras Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    Mi padre falleció cuando tenía doce años, teníamos una situación económica horrible. Papá era el único proveedor, no nos dejó ni siquiera el dinero para su funeral. Mamá hizo lo mejor que pudo buscando de ganar algunos pesos limpiando casas y lavando ropa ajena, trató de darnos todo lo que pudo hasta que cumplí catorce años. El cura de nuestra iglesia nos ayudaba regularmente con una caja de alimentos y le propuso a mamá de mandarme a estudiar a un internado en un convento. Con todas las dificultades económicas, mamá pensó que esa era una optima solución para hacerme estudiar y tener mejores expectativas de vida. Así que me fui a cursar el tercero medio al convento de monjas en la ciudad.
    
    Nunca había salido de mi pueblito. Todo me parecía nuevo e interesante; el colegio me pareció increíble. Pronto me di cuenta de que la mayoría de las chicas eran hijas de familias de buena situación económica, al parecer solo yo era de origines humildes. Teníamos una rigurosa rutina diaria. Nos despertaban temprano en la mañana para rezar, luego el desayuno y después a clases. Terminadas las clases, almuerzo, luego una hora de juegos y después a estudiar. En las tardes después de la cena, rezábamos el Santo Rosario y finalmente a dormir.
    
    Yo en esa época sabía poco y nada de sexo; podría decir que mi vida sexual comenzó aquí en el convento. Lo primero que nos inculcaron las monjas fue que la masturbación era una cosa pecaminosa y prohibida por la religión y si alguna chica se tocaba, ...
    ... debía confesarlo al cura confesor. Así y todo, por las tardes, bajo las sábanas; de tanto en tanto se escuchaban los gemidos de las chicas que no resistían a no tocarse.
    
    Las primeras noches me sentí bastante turbada y temerosa, pero luego me fui relajando y también yo me uní al coro de gemidos. Algunas muchachas tenían fotos de hombres desnudos con penes grandes y duros. Comentaban como se hacía el amor y lo bien que debía sentirse una buena verga. Muchas fantaseaban de cosa hacer con el pene de un hombre, incluso vi una foto donde una mujer chupaba un grueso pene. Decían que de ese modo no se arriesgaban de quedar encinta. A veces me gustaba estar con ellas a comentar sobre estas cosas, pero también sentía vergüenza y prefería fantasear sobre estas cosas en forma privada.
    
    No acababa de cumplir un año en el convento, cuando la madre superiora Sor Denisse, me llamó y me dio la triste noticia de que mi madre había perecido en un accidente de tránsito. Ahora estaba completamente sola en este mundo. Gracias a las atenciones de Sor Denisse, logré superar este triste periodo.
    
    Sor Denisse me llamó a su oficina y me comunicó que había sido elegida para una educación especial, diferente a la de las demás chicas. Me hizo sentir especial diciéndome que ella se iba a ocupar personalmente de mis estudios. En ese momento pensé que había sido elegida por Dios y que mi vida iba a ser destinada a algo sublime y religioso. Siempre me esforcé para ser la primera de la clase y Sor Denisse ...
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